San José, 2 oct (EFE).- Los sacerdotes nicaragüenses Iván Centeno y Julio Ricardo Norori fueron detenidos por agentes de la Policía Nacional, en medio de tensiones entre el Gobierno del presidente Daniel Ortega y la Iglesia católica, denunció el exiliado obispo auxiliar de Managua, Silvio José Báez.
Los sacerdotes, ambos de la diócesis de Estelí, en el norte de Nicaragua, fueron arrestados la noche del domingo "por la dictadura sandinista de Daniel Ortega", escribió Baéz en su cuenta de la red social X (antes Twitter), en la que informó, en un primer momento, que se trataban de tres los religiosos detenidos.
Báez, quien se encuentra exiliado en Estados Unidos por razones de seguridad y a petición del papa Francisco, dijo que "continúa la feroz persecución contra la Iglesia Católica" por parte de Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, por lo que pidió "a la Iglesia en el mundo entero sus oraciones por Nicaragua y por nuestra Iglesia perseguida".
La Policía Nacional, que dirige Francisco Díaz, consuegro de la pareja presidencial nicaragüense, no ha confirmado ni negado las presuntas detenciones de los dos sacerdotes.
El sacerdote Iván Centeno es titular de la parroquia Inmaculada Concepción de María en el municipio de Jalapa, departamento de Nueva Segovia, y el párroco Julio Ricardo Norori del templo San Juan Evangelista, del municipio de San Juan del Río Coco, departamento de Madriz, ambos fronterizos con Honduras.
Son de la diócesis que administra el obispo encarcelado Rolando Álvarez.
Los dos sacerdotes pertenecen a la diócesis de Estelí, cuyo administrador apostólico es el obispo Rolando José Álvarez Lagos, quien fue condenado en febrero pasado a más de 26 años por delitos considerados traición a la patria.
La parroquia que dirige el sacerdote Centeno pidió la tarde del domingo, a través de su cuenta de la red social Facebook, "oraciones por nuestra parroquia y nuestros sacerdotes", sin ofrecer mayores detalles y luego ocurrió la detención de su cura.
La investigadora nicaragüense exiliada Martha Patricia Molina, que es autora del estudio titulado "Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?" y que da seguimiento a la situación de los sacerdotes en el país centroamericano, calificó los nuevos arrestos de "noches de cuchillos largos para la iglesia Católica".