Ciudad de México, 29 sep (EFE).- Las exportaciones de la industria minera mexicana cayeron casi un 9 % en los primeros seis meses de 2023 ante problemas en aduanas y puertos, un entorno de volatilidad de precios y obstrucciones para la exploración, advirtió este viernes la Cámara Minera de México (Camimex).
El presidente de la Camimex, José Jaime Gutiérrez, indicó en una entrevista con EFE que al cierre de 2022 la caída en las exportaciones mineras fue de un 2,4 % anual, por lo que el acumulado de 2023 es casi cuatro veces esa cifra.
Sin embargo, Gutiérrez celebró que aún se mantienen el superávit comercial de la industria minera mexicana, al señalar que en 2022 se registró un saldo positivo de casi 8.000 millones de dólares.
Aunque reconoció que en 2021 el superávit registrado alcanzó los 10.000 millones de dólares, por lo que el dato del año pasado es inferior en un 20 %.
El líder del sector señaló que uno de los factores tiene que ver con retrasos en aduanas, y especialmente, en puertos, donde el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador otorgó el control a las Fuerzas Armadas desde 2020.
“No cabe duda de que sí existen retrasos en aduanas, esto no es últimamente, sino desde que se empezaron (a operar por el Ejército mexicano), por cuestiones de capital humano, ingresó mucho personal nuevo derivado de recortes y eso ha impactado las exportaciones”, dijo.
Precios difíciles para la minería
Además, Gutiérrez explicó que otra causa han sido el precio de los metales, que en 2022 descendieron.
Aunque en 2023 hay "buenos precios de los metales preciosos, principalmente”, los llamados “metales base”, como el cobre, plomo, zinc, entre otros, decayeron.
El líder minero añadió que también ha habido una reducción en la demanda de China, principal consumidor, por lo que, ante una menor demanda, los precios de los metales tienden a la baja.
Asimismo, la Camimex resaltó la oportunidad de México para aumentar su exploración y extracción de un mayor volumen de recursos esenciales para la transición energética, adicional al litio, que es una industria que aún no demuestra ser rentable en México, según afirmó.
En este sentido, destacó la necesidad de explorar cobre, cobalto, níquel, cromo, zinc, platino, aluminio, plata, y tierras raras, minerales que se ocupan en tecnologías de generación de energía como la solar, eólica, hidroeléctrica, geotérmica, nuclear y del hidrógeno.
Lamentó que México no ha definido una estrategia clara para considerar a este tipo de minerales como “estratégicos”, no incentiva su exploración ni permite nuevas concesiones, con un control estatal que no existe en otras latitudes, como en sus socios del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Contrastó que, aunque la inversión de la industria minera en el país ascendió a los 422 millones de dólares en 2022, desde los 391,6 millones de dólares de 2021, la inversión en exploración ha caído.
Esto lo atribuyó a la negativa del Gobierno de López Obrador de otorgar nuevas concesiones, pues consideró que mantiene un mito sobre que la minería tiene concesionado casi todo el territorio mexicano.
“Es un mito totalmente, nosotros tenemos concesionado aproximadamente el 8 % de la superficie, de la cual alrededor del 1 % a 1,5 % está actualmente trabajando, entonces totalmente lejos de la realidad de que ya todo el país está concesionado”, comentó.
El presidente de la Camimex insistió en que aumentar la exploración “es lo importante”, pues solo se ha explorado el 35 % del territorio mexicano.
De acuerdo con datos de la Camimex, de cada 1.000 indicios de mineralización, 100 se convierten en prospectos, 10 llegan a exploración avanzada y solo uno se convierte en mina.
Por último, el líder minero mencionó que su objetivo será “tener apertura y diálogo con las autoridades” para incentivar la minería en el país, al resaltar que la industria extractiva es la sexta productora de divisas para el país.