Rabat/Marrakech, 28 sep (EFE).- A diez días del comienzo de la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), su ciudad anfitriona, Marrakech, que espera 15.000 visitantes para el evento, acelera los trabajos de reconstrucción de los daños causados por el terremoto que azotó esta localidad y su región.
La ciudad ocre lanzó hace meses varias obras como la renovación de carreteras o la instalación de señales, pero el terremoto del pasado día 8, que dejó casi 3.000 muertos sobre todo en las montañas cercanas del Alto Atlas, también causó daños en la capital turística del país.
Estos daños se concentran en los edificios de la medina (ciudad antigua), pero también en sus murallas y algunos monumentos.
El ritmo de reconstrucción es estos días frenético y los obreros se afanan por retirar escombros de las calles de la medina y restaurar edificios, especialmente en los próximos a puntos turísticos, para que estén rehabilitados de cara a la cumbre que se celebra del 9 al 15 de octubre.
En la mítica plaza Fna, la mezquita Jarbouch, que perdió una parte de su minarete por el sismo, está hoy cubierta de andamios tapados por una lona con la bandera de Marruecos.
Monumentos históricos afectados también lucen andamios y se están restaurando, como el palacio Bahía, cuya cornisa se cayó parcialmente.
Una fuente del Ministerio de Cultura dijo a EFE que algunos monumentos emblemáticos de la ciudad, como el propio palacio Bahia, el palacio Badii o el cementerio de los Saadies, ya están abiertos y se pueden visitar. En 30 % de estos edificios, añadió, siguen cerrados por obras de restauración.
También se siguen pavimentando calles y aceras de la ciudad y se han instalado columnas de trípticos con el anuncio de esta importante cumbre financiera, que finalmente se decidió mantener en Marrakech tras el terremoto.
La ciudad ocre registró solo una quincena de los casi 3.000 fallecidos por el seísmo, que se produjeron sobre todo en las montañas del Atlas situadas al sur, donde sus habitantes viven a día de hoy en tiendas de campaña en espera de la reconstrucción de sus casas.
En Marrakech, las autoridades han quitado en los últimos días parte de los escombros de las antiguas casas de la medina que cayeron, han delimitado los lugares peligrosos y reforzado otras instalaciones y monumentos dañados por el sismo.
"Los preparativos van por muy buen camino", explicó a EFE el presidente de la región de Marrakech, Samir Goudar.
El recinto de Bab Ighli, que acogerá las reuniones de FMI/BM, está ya listo, afirmó el responsable marroquí, que subrayó que los museos van abriendo, además de otros sitios turísticos ya abiertos como los jardines Majorelle.
Según Goudar, casi todos los hoteles y alojamientos turísticos están reservados y se espera la llegada de cerca de 15.000 personas para asistir a estas reuniones.
Y los turistas, que en los días posteriores al temblor fueron desapareciendo de las calles de Marrakech, están volviendo poco a poco a la ciudad. Varios guías turísticos consultados por EFE señalaron que no les falta trabajo y tienen grupos de turistas casi todos los días.