Se acorta la diferencia en intención de voto entre Noboa y González en Ecuador

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Quito, 25 sep (EFE).- El joven empresario Daniel Noboa, de la alianza ADN, supera con 8,72 puntos en la intención de voto a Luisa González, del movimiento correísta Revolución Ciudadana con miras al balotaje en Ecuador, según una encuestadora Comunicaliza, que en su anterior sondeo reportó una distancia de 10,28 puntos.

De acuerdo con el sondeo realizado entre el viernes y sábado pasados, Noboa tenía el 54,36 % en las intenciones de voto, mientras González acumulaba el 45,64 %.

En el anterior sondeo de Comunicaliza, realizado entre el 15 y 17 de septiembre, Noboa tenía el 55,14 % de intención de voto, mientras González, acumulaba el 44,86 %.

Ambas encuestas, que tienen el 95 % de confianza, se realizaron en todo el país sobre una muestra de 5.032 personas, la primera, y 5.329, la del pasado fin de semana.

Con el 33,61 % de los votos, González, del movimiento político liderado por el expresidente Rafael Correa (2007-2017), fue la candidata más votada en la primera vuelta de los comicios, mientas que Daniel Noboa, hijo del magnate del sector bananero Álvaro Noboa, obtuvo el 23,47 % de los sufragios.

Para el director de la encuestadora privada Comunicalza, el español Álvaro Marchante, el debate de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales  que sostendrán el próximo domingo Noboa y González se vislumbra como un episodio decisivo en la carrera de ambos candidatos para suceder a Lasso.

Marchante ha recordado que el debate de la primera vuelta fue clave para que Noboa creciese en intención de voto y, a la postre, lograse pasar a la segunda vuelta como el segundo candidato más votado.

Ayer, domingo, arrancó de manera oficial la campaña para la  segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Ecuador, que se realizará el próximo 15 de octubre, cuando están convocados a las urnas más de 13,4 millones de ecuatorianos.

Quien resulte electo el 15 de octubre reemplazará al presidente Guillermo Lasso hasta el 24 de mayo de 2025, cuando hubiese terminado el actual Gobierno si el jefe de Estado no hubiese optado por la llamada "muerte cruzada".

Lasso se acogió a esa medida constitucional en mayo pasado, cuando disolvió la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, en momentos en que ésta debatía su posible censura en un juicio por presunto peculado (malversación), que él negaba, y forzó así la convocatoria a elecciones extraordinarias.

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