Chicago (EE.UU.), 24 sep (EFE).- Megan Rapinoe puso fin este domingo en el estadio Soldier Field de Chicago (EE.UU.) a una gloriosa trayectoria de 16 años con la selección de Estados Unidos, al despedirse del 'Team USA' en un amistoso ganado por 2-0 a Sudáfrica tras conquistar dos Mundiales y el oro olímpico de Londres 2012.
La delantera californiana fue titular y estuvo 53 minutos en el campo en su último partido como internacional y seguirá jugando al menos un mes más antes de retirarse definitivamente del fútbol al acabar la temporada de la NWSL, la liga profesional de fútbol femenino estadounidense, en la que juega en las OL Reign.
Una de las voces más respetadas a nivel mundial por su lucha por la igualdad de género y los derechos sociales, Rapinoe dejó a la selección de su país tras 203 partidos, 63 goles y 73 asistencias.
Pudo mejorar esa marca en la tarde de Chicago, pues, segundos antes de que la entrenadora Twila Kilgore le sustituyera, lanzó una falta directa desde los 20 metros que acabó alta por pocos centímetros, dando incluso la sensación de entrar desde algunos sectores de las gradas del Soldier Field.
Cuando la asistenta de la árbitra enseñó su dorsal número 15 para la sustitución, los 25.622 espectadores presentes en el Soldier Field se levantaron y le homenajearon con una sentida ovación.
Rapinoe debutó con Estados Unidos en 2006, cuando tenía 21 años, y con su carisma, liderazgo y compromiso social, llevó no sólo el fútbol sino el deporte femenino a otro nivel.
Las notas de 'Simply The Best' de Tina Turner acompañaron a Rapinoe en las celebraciones posteriores al duelo, realizadas en el centro del campo junto al resto de sus compañeras.
La futbolista californiana usó su deporte como una plataforma para sensibilizar sobre los derechos humanos. Su labor fue premiada en 2022 con la Medalla Presidencial de la Libertad, la máxima distinción civil de EE.UU.
Junto a compañeras de la selección como Alex Morgan, luchó durante años hasta conseguir, en 2022, un histórico convenio colectivo que garantiza igualda de condiciones entre las selecciones femenina y masculina estadounidense.
"Dejo el fútbol en un sitio mejor respecto a donde lo encontré", aseguró Rapinoe en una emotiva rueda de prensa de despedida organizada el sábado en Chicago.
Y deja a la selección americana con un palmarés extraordinario. Conquistó el oro en los Juegos de Londres 2012, su primer gran éxito global, y encadenó dos Mundiales consecutivos en 2015 y 2019.
También formó parte de la expedición que viajó a Australia y Nueva Zelanda el último verano para disputar el último Mundial de su carrera.
Kilgore le alineó de titular este domingo ante Sudáfrica en un tridente completado por Morgan y Trinity Rodman y su equipo triunfó por 2-0.
Trinity Rodman y Sonnett, en una ocasión originada en un saque de esquina de Rapinoe, anotaron los goles del triunfo estadounidense, que tres días antes se había medido precisamente con Sudáfrica en Cincinnati, en la despedida de otra leyenda como Julie Ertz. En ese caso, Estados Unidos ganó por 3-0.
Se jugó en un Soldier Field preparado para las grandes ocasiones, con 25.622 espectadores en las gradas en una tarde soleada y con 20 grados de temperaturas, las mejores condiciones para competir.
Rapinoe fue ovacionada desde el primer momento en el que pisó el terreno de juego para calentar y recibió todo el cariño de USSF en los prolegómenos del encuentro, cuando se le entregó una camiseta especial con el número 203, sus partidos como internacional.
En el campo le esperaron los familiares más cercanos, incluida su pareja Sue Bird, exjugador de la WNBA, la liga de baloncesto femenino estadounidense.
A Rapinoe le espera todavía al menos un mes de competición, pues terminará la temporada de la NWSL con las OL Reign, que están actualmente en puestos de 'playoffs'.
Al acabar el partido, la USSF proyectó un vídeo homenaje a Rapinoe en las pantallas gigantes del Soldier Field.
Andrea Montolivo
Chicago (EE.UU.), 24 sep (EFE).- Megan Rapinoe cerró el telón este domingo en Chicago. Dejó a la selección estadounidense tras marcar una época dorada, con dos Mundiales y el oro olímpico de Londres 2012. Su legado futbolístico es imborrable, pero la californiana fue mucho más que una deportista y su trabajo social le convierte en un icono de lucha por la igualdad.
Chicago, la ciudad en la que empezó en 2006 su carrera en la recién nacida liga de fútbol femenino estadounidense, fue el escenario de su último partido como internacional. El estadio Soldier Field le homenajeó durante el partido amistoso ganado por 2-0 contra la selección de Sudáfrica y le mostró todo su cariño y agradecimiento.
Rapinoe (Redding, California, 1985) fue mucho más que una futbolista. Se despide de la selección llevando en el cuello la Medalla Presidencial de la Libertad, la máxima distinción civil de EE.UU, consagrada como un icono y una incansable luchadora para impulsar el crecimiento del deporte femenino.
"De lejos estoy más orgullosa por lo que hicimos fuera del campo. Sólo pensar en cómo creció el proyecto, cómo empujamos la federación a crecer. Fuimos una parte importante para hablar de los derechos de los homosexuales, de los trans, fuimos un vehículo de esto y creemos en esto. Entendemos qué significa no sacrificar lo que eres", aseguró Rapinoe en su rueda de prensa de despedida.
Si la NWSL, la liga de fútbol femenino profesional de Estados Unidos, es ahora un campeonato al que llegan grandes estrellas internacionales y que reúne en los estadios a más de 20.000 espectadores de media en los 'playoffs', una gran parte de mérito es de Rapinoe y compañeras como Alex Morgan o Julie Ertz.
Hace 17 años, cuando se estrenó con las Chicago Red Stars, Rapinoe competía en la recién nacida Women's Professional Soccer (WPS), que apenas contaba con siete clubes.
Venía de la Universidad de Portland y ya era muy popular en Estados Unidos, tanto por su talento futbolístico (fue la segunda elección del draft) como por su carisma.
Y es que Rapinoe aprendió desde muy joven que ser popular era un privilegio y a la vez una responsabilidad. La delantera, conmovida, recordó en rueda de prensa que fue su madre en destacárselo en su juventud.
"Tienes que encontrar tu camino, tienes una plataforma para expresarte, puedes hablar de lo que es importante para ti. No merece la pena esconder ninguna parte de ti misma. Depende de ti, es tu carrera, es tu talento, disfruta de la carrera. Hazlo de la forma en la que quieras hacerla", fue el mensaje de Rapinoe.
A sus 37 años, Rapinoe juega ahora en el OL Reign y terminará la temporada de la NWSL antes de retirarse definitivamente del fútbol.
La liga estadounidense cerrará su temporada regular el próximo 15 de octubre, pero las Reign marchan lanzadas hacia la postemporada, por lo que Rapinoe contará con toda probabilidad con otras opciones para seguir agrandando su legado.
Se cerrará en pocas semanas su aventura futbolística, pero su lucha por los derechos sociales no va a parar. Es más, con más tiempo a disposición, la futbolista prometió dedicarse con aún más fuerza a su misión.
"Sé que es el final de un capítulo pero parece mucho un nuevo comienzo. Estoy feliz por ver cómo cambiará el fútbol femenino, espero seguir formando parte de esto", dijo.
Andrea Montolivo