Cristina Alonso Pascual
Madrid, 19 sep (EFE).- La exfiscal general guatemalteca Thelma Aldana cumple cuatro años y medio fuera de su país. Exiliada en Estados Unidos después de presentarse a las elecciones y ser acusada de supuesta corrupción por las autoridades de Guatemala, asegura a EFE que “el silencio no es opción”.
Según Aldana, que enfrentó la corrupción desde la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) hasta que tuvo que abandonar el país, existe una “alianza perversa” que controla el sistema político guatemalteco, el cual calificó de “democracia aparente”.
“Cada cuatro años cambia el presidente, pero es un gerente del pacto de corruptos”, señaló en una entrevista previa a un evento celebrado en Casa de América de Madrid enmarcado dentro del Festival literario Centroamérica Cuenta, acto que “da voz” para contar lo que ocurre en Guatemala.
El Festival, que regresa a la capital española por tercera vez, está presidido por el escritor nicaragüense Sergio Ramírez, y cuenta con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
A pesar de la desconfianza, Aldana considera que la situación en su país puede cambiar tras la victoria de Bernardo Arévalo de León, del partido Movimiento Semilla -por el que ella se presentó en 2019-, y a quien la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó protección por la existencia de amenazas “contra su vida e integridad”.
UNA CRIMINALIZACIÓN “MÁS FÉRREA” CONTRA LAS MUJERES
La exfiscal general abandonó Guatemala en 2019 para acudir a una entrevista en Estados Unidos sin saber que no regresaría. Apenas portaba un maletín y no pudo despedirse de su familia, a la que ahora ve tres o cuatro veces al año. Para ella, esa tristeza y ese temor “nunca se van, es imposible”.
“Uno está viviendo en un país con todos los retos que implica, pero tienes el corazón puesto en el tuyo”, incide.
Por el número de familias compuestas por madres solteras y sus hijos, entre otros factores, cree que las mujeres se ven más afectadas por la criminalización, con unas campañas de desprestigio que califica de misóginas.
A ello añade la mayor dificultad para una mujer a la hora de “buscar espacios, ubicarse o explicar la criminalización”. “Contra las mujeres ha sido más férrea la criminalización indudablemente por el hecho de ser mujeres”, sentencia.
CASI UN LUSTRO FUERA DE GUATEMALA
De acuerdo con Aldana, la corrupción en Guatemala “es la regla”. “En estos cuatro años y medio que llevo en el exilio, he visto el deterioro de la democracia guatemalteca”, manifesta en la entrevista con EFE.
De esta forma, se ha producido un “debilitamiento institucional” que hace que la separación de poderes no exista. “Antes el sistema de justicia era el contrapeso a los otros poderes de estado, pero ha retrocedido tanto que estamos viviendo con un gobierno autoritario”, dice.
Ante esta situación, solicita una mayor colaboración internacional, que proporcionó recursos a Guatemala para fortalecer su sistema de justicia, pero este es “el que ahora está dando un golpe de Estado a la democracia”.
“Creo que tendrían que alertarse más la Unión Europea y la cooperación española”, incide la exfiscal general, quien, pese a todo, esperó poder regresar a su país en algún momento junto al resto de exiliados.
“¿Cuándo?. No sabemos, pero sí sabemos cómo: tienen que estar las condiciones de seguridad dadas con un sistema de justicia independiente”, reclama, ya que volver en la actualidad implicaría “convertirse en mártires”. EFE
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