Ginebra, 14 sep (EFE).- En Suiza, un país donde se debate en los últimos años si limitar o aumentar la caza de lobos, hasta 128 de estos animales fueron hallados muertos en los últimos 25 años, y de ellos más de un centenar fallecieron a manos de cazadores o por colisiones de tráfico, indicaron hoy datos oficiales.
Los datos, confirmados por la Oficina Federal de Medio Ambiente, muestran que 54 de esos predadores murieron por cazadores con permiso, otros 11 fueron víctimas de caza furtiva y 38 murieron atropellados, por lo que el ser humano fue responsable de 103 de los fallecimientos.
En el resto de los casos los animales hallados habían fallecido por causas naturales (caídas, ahogamientos, avalanchas, peleas con otros lobos), indica el estudio iniciado en 1998 con la colaboración de la Universidad de Berna.
Desde el pasado 1 de julio, las autoridades suizas han relajado la limitación a la caza de lobos en el país, ante el aumento de la población de estos predadores y sobre todo de sus ataques al ganado, especialmente en zonas de montaña.
Hace 25 años este predador estaba casi extinguido en el país centroeuropeo, pero su población se ha recuperado con medidas de protección hasta contarse unos 250 lobos, agrupados en su mayoría en unas 26 manadas.
Comunidades rurales de Suiza aseguran que cada año entre 300 y 500 cabezas de ganado mueren a manos de estos cánidos, y que éstos se agrupan en manadas cada vez mayores, lo que podía poner en peligro incluso a los rebaños en tierras bajas.
Con todo, en 2020 los suizos rechazaron en referéndum permitir la caza preventiva de lobos, lo que hubiera supuesto autorizar su abatimiento si éstos eran avistados demasiado cerca de una población o de explotaciones ganaderas.