Bangkok, 14 sep (EFE).- La Liga Nacional para la Democracia (LND), el partido de Aung San Suu Kyi, disuelto por los militares tras el golpe de Estado de 2021 en Birmania (Myanmar), denunció este jueves que la junta no está proporcionando la atención médica adecuada a la exlíder con la intención de "poner su vida en peligro".
El comunicado de la LND, disuelta por la junta en mayo de 2021, tras la asonada del 1 de febrero de ese año, hace hincapié en que Suu Kyi, de 78 años y encarcelada desde el golpe, no recibe "comida sana" ni está en un entorno adecuado para su edad y condición, y responsabiliza a la junta de lo que le pudiera suceder.
La LND, que ganó las elecciones de noviembre de 2020 -denunciadas sin pruebas como fraudulentas por los militares, su pretexto para dar el golpe-, urge en el comunicado a la ONU, los líderes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y otros organismos a prestar atención a la situación.
La denuncia de la Liga de Suu Kyi, que encabezó la transición democrática en Birmania durante la década previa a la asonada (2011-2021), se suma a las del hijo de la política birmana, Kim Aris, quien ha declarado desde Londres a la cadena pública BBC que el régimen castrense se ha negado proporcionar tratamiento médico a su madre, pese a padecer de gingivitis, lo que le impediría comer.
Fuentes que piden guardan el anonimato señalan por el contrario que sí se le habría permitido recibir atención médica y que el estado de salud de Suu Kyi "está mejorando".
La incertidumbre sobre la condición física de la nobel de la paz también formó parte de las conversaciones durante la cumbre de líderes de la ASEAN (que incluye a Birmania y a otros nueve países del Sudeste Asiático), la pasada semana en Yakarta.
En un comunicado de la Casa Blanca, el secretario asistente para los Asuntos de Asia Oriental y el Pacífico, Daniel J. Kritenbrink, reconoció que "preocupaciones sobre su tratamiento, su estatus y su salud" fueron parte "de varios eventos" y en la que algunos de los 18 líderes presentes hablaron también de "la inaceptable detención" de Suu Kyi.
Suu Kyi cumple una condena de 27 años de prisión impuestos en un opaco proceso judicial tras el golpe de Estado militar.
Desde que fue detenida el mismo día en el que los militares, liderados por el general Min Aung Hlaing, tomaron el poder el 1 de febrero de 2021, solo ha sido vista una vez, en una comparecencia judicial, mientras que la junta ha prohibido a sus abogados hablar con la prensa.
Suu Kyi, quien ya pasó 15 años de arresto domiciliario bajo la anterior junta militar (1962-2011), niega todas las acusaciones y diversos países y organizaciones como Estados Unidos, Reino Unido, Japón, la Unión Europea, Human Rights Watch y Amnistía Internacional han pedido su liberación inmediata.
El golpe de Estado, que puso fin a una década de transición democrática, ha sumido a Birmania (Myanmar) en una profunda crisis política, social y económica y ha abierto una espiral de violencia que ha exacerbado la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas, con nuevos grupos armados formados tras el levantamiento. EFE
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