Bruselas pide más recursos para afrontar la "brutal normalidad" de los fenómenos extremos

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Estrasburgo (Francia), 12 sep (EFE).- La Comisión Europea instó este martes a la Unión Europea a un "mayor esfuerzo financiero" en protección civil, cuyas capacidades "están al límite", para afrontar la "brutal nueva normalidad" de la multiplicación de fenómenos extremos, como el terremoto en Marruecos o las inundaciones en Libia, Grecia y otros países del Mediterráneo.

"Nos enfrentamos a múltiples desafíos", alertó hoy el comisario europeo de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, en un debate ante el pleno de la Eurocámara sobre cómo conseguir una Unión Europea más resiliente ante las catástrofes y proteger a las personas de olas de calor extremas, inundaciones e incendios forestales.

Lenarcic advirtió de que el Mecanismo de Protección Civil de la UE (el sistema europeo de respuesta a desastres), ya está funcionando a pleno nivel operativo y que, en sólo dos años, las solicitudes de asistencia han aumentado un 400 % y los recursos "están al límite".

"Es posible que pronto no podamos ayudar donde sea necesario", avisó el comisario, por lo que estimó que "es evidente que debemos seguir fortaleciendo nuestras capacidades colectivas de respuesta a los desastres".

Por este motivo, recordó que la Comisión solicitó un refuerzo tanto de la Reserva de Solidaridad y Ayuda de Emergencia como del Instrumento de Flexibilidad dentro de la revisión del marco financiero plurianual.

"Que podamos seguir cumpliendo en los próximos años, ya sea a nivel nacional o conjunto, depende de las decisiones que tomemos hoy. El actual presupuesto muy limitado de la UE para protección civil no es suficiente; necesitamos más refuerzo financiero para proteger a las personas", afirmó el político esloveno, cuyo país también sufrió importantes inundaciones en agosto pasado que afectaron a dos tercios del territorio.

Esas inundaciones, al igual que las registradas en Grecia hace una semana, dónde "en dos días cayó la lluvia equivalente a tres años", después de sufrir el mayor incendio "registrado jamás en Europa y que ha quemado una superficie de casi 100.000 hectáreas", ponen en evidencia que "la preparación y la resiliencia ante desastres deben ser nuestro objetivo final", dijo.

Por "todas las víctimas de estas tragedias", al igual que por las de las inundaciones en mayo en Italia, los 62.000 europeos que murieron a causa de un calor récord en el verano pasado y otras de esta "sombría lista" de desastres, el comisario subrayó la "ambición y compromiso" del Ejecutivo comunitario "de hacer todo lo posible para salvar vidas en Europa, en nuestra vecindad y en todo el mundo".

"Para seguir manteniendo a las personas seguras en este nuevo panorama de riesgos, necesitamos urgentemente una Europa más resiliente a los desastres. Debemos incorporar la prevención, la preparación y la respuesta en todos los sectores de nuestra sociedad", subrayó.

AUMENTAR LA RESILENCIA

Sin embargo, mantuvo que la respuesta a los desastres por sí sola no será suficiente, por lo que "para mantener un futuro habitable y sobrevivir a esta brutal nueva normalidad, no solo debemos aumentar nuestra capacidad de respuesta, sino que también debemos garantizar que cuando ocurran desastres, seamos más resilientes y el impacto sea menor".

"Esto significa más y mejor inversión en mayor prevención y preparación, en protección civil y en resiliencia climática en todos los ámbitos, en todas las políticas y programas de la UE, así como a nivel nacional", dijo.

"Tenemos que hacer más y hacerlo mejor. El cambio climático nos está obligando a afrontar nuevos tipos de desafíos y fenómenos meteorológicos extremos cada vez más intensos y recurrentes", dijo por su parte el Secretario de Estado español para la UE en nombre de la Presidencia española del Consejo Europeo, Pascual Navarro Ríos, al poner de relieve que este verano ha sido el más caluroso jamás registrado en el continente, según el programa europeo Copernicus.

Navarro también consideró que la respuesta inmediata a las catástrofes no es suficiente y que los Estados miembros y las instituciones de la Unión deben poner mayor empeño en prevenir las catástrofes naturales de gran envergadura.

En este sentido, consideró que "los Estados miembros y la Comisión deben seguir colaborando para abrir nuevas vías comunes de actuación para hacer frente a las repercusiones del cambio climático" para conseguir "un sistema de adaptación más inteligente ágil y sistémico" y "la organización de una respuesta internacional".

"Si queremos que el objetivo de limitar el calentamiento mundial a 1,5 grados siga siendo alcanzable, tenemos que actuar ya. Y la Unión debe seguir liderando esta evolución e impulsando estos avances a escala mundial", concluyó.

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