La Alcaldía de Quito pone a punto el sistema de trenes del Metro de la capital ecuatoriana

Quito, 4 sep (EFE).- La Alcaldía de la capital ecuatoriana informó este lunes de que la flotilla de dieciséis trenes que formarán parte de la primera línea del sistema Metro de Quito ha sido puesta a punto para su funcionamiento previsto para la primera semana de diciembre.

Los "dieciséis trenes del Metro de Quito están en capacidad de funcionar sobre las rieles", aseguró el alcalde de la ciudad, Pabel Muñoz, quien supervisa personalmente los avances de una hoja de ruta diseñada para la operación comercial del sistema.

"El término técnico es poner a punto los 18 trenes, hablo de 16 porque dos quedarán para reserva", agregó Muñoz y dijo que las máquinas han estado en funcionamiento desde la semana anterior.

"Hoy veremos todo tipo de detalles, que técnicamente esté bien, que todos los trenes estén prendidos y operando en las rieles, con la certificación internacional", agregó el burgomaestre.

Recordó que se ha solucionado un litigio con la empresa proveedora de los trenes, con la que se ha llegado a un acuerdo en una instancia de mediación, por lo que se ha suscrito un contrato adicional que ha permitido que ya estén a punto los 16 trenes.

Asimismo dijo que ha constatado el funcionamiento de la "tarjeta de la ciudad", que será usada en el sistema de transporte y en otros servicios.

"Todo está en marcha para que el Metro opere en la primera semana de diciembre para los quiteños y quiteñas", apostilló Muñoz.

Según el Municipio, el Metro de Quito será el séptimo sistema de este tipo en operar en una capital suramericana, luego de Buenos Aires, Santiago de Chile, Caracas, Brasilia y Lima.

La construcción del Metro de Quito ha demandado una inversión superior a 2.000 millones de dólares desde que arrancó el proyecto en 2013.

El sistema, que se compone de quince estaciones, será operado durante los primeros seis años por el consorcio compuesto por la empresa francesa Transdev y la colombiana Metro de Medellín.

El moderno sistema de transporte subterráneo, con capacidad de trasladar a unos 400.000 usuarios por día, es considerado como una alternativa para solucionar la caótica movilidad actual en Quito.