Pekín, 4 sep (EFE).- La Fiscalía General de China ordenó el arresto del ex director de la Administración Nacional de Asuntos Religiosos Cui Maohu, por un supuesto delito de aceptación de sobornos, informó hoy esta institución.
Según un escueto comunicado de la Fiscalía difundido por la agencia oficial Xinhua, el caso de Cui permanece abierto y ha sido transferido a las autoridades competentes para su calificación y tramitación.
La detención tiene lugar después de que la Comisión Nacional de Supervisión, el principal organismo anticorrupción del Estado chino, finalizara una investigación previa y anunciara su destitución..
Además, la semana pasada la Comisión Central para Inspección y Disciplina (CCID), el brazo anticorrupción del gobernante Partido Comunista de China (PCCh), había anunciado la expulsión de Cui de la formación por “serias violaciones de la disciplina de Partido y de las leyes nacionales”, recordó este lunes el diario China Daily.
Cui, de 57 años, ocupaba también el cargo de vicepresidente del Departamento de Frente Unido de Trabajo del poderoso Comité Central del PCCh, al que accedió en junio del año pasado, y anteriormente fue vicegobernador de la provincia sureña de Yunnan.
En los últimos meses se han producido importantes detenciones de miembros del PCCh, entre ellos los del exviceministro de Seguridad Pública Sun Lijun, los exjefes de policía de las ciudades de Chongqing (centro) y Shanghái (este), o el exvicepresidente de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino en la provincia nororiental china de Liaoning Li Wenxi, todos acusados de recibir sobornos.
Tras su llegada al poder en 2012, el actual secretario general del PCCh y presidente de China en un tercer mandato inédito entre sus inmediatos predecesores, Xi Jinping, comenzó una campaña anticorrupción en la que varios altos cargos chinos han sido condenados por aceptar sobornos millonarios.
Si bien esta campaña, uno de los programas estrella de Xi, ha destapado importantes casos de corrupción en el seno del PCCh, algunos críticos han apuntado a que también podría estar siendo utilizada para acabar con la carrera política de algunos de sus rivales. EFE
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