Luc Besson y Caleb Landry Jones ovacionados en Venecia por el inquietante drama "Dogman"

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Venecia (Italia), 31 ago (EFE).- El director francés Luc Besson y el actor estadounidense Caleb Landry Jones fueron ovacionados este jueves en Venecia en la rueda de prensa de presentación de "Dogman", un drama que indaga en las heridas de un terrible trauma infantil y las posibilidades de "salvación" a través del amor a los perros.

"No existe el genio, solo trabajo y trabajo", aseguró el director de "El quinto elemento" (1997) o "Lucy" (2014), que ha relatado que cada mañana desde que tenía 16 años se levanta a las cinco de la mañana para escribir.

"Cuando estaba empezando alguien me dijo que lleva dos años hacer una buena película y solo dos minutos estropearla, y es verdad, todas las películas que he hecho eran malas hasta tres meses antes de terminarlas, solo se hacen buenas al final, a base de trabajar", dijo.

Para "Dogman" Besson se inspiró en una noticia real sobre una familia francesa que encerró a su propio hijo en una jaula cuando tenía cinco años. "Empecé a preguntarme qué tipo de vida puede tener un chico como ese, ¿en qué te conviertes de adulto? ¿en un terrorista o en la madre Teresa?, intenté imaginar cómo sería su vida", ha explicado.

El problema llegó a la hora de pensar quien podría hacer ese personaje. "Creí que no iba a encontrar a un actor lo bastante loco como para hacer esto", ha confesado Besson, que se ha rendido ante la capacidad camaleónica de Landry Jones.

"Nunca sé explicar cómo hago las cosas", ha asegurado el protagonista de "Dogman", quien ha dado toda la rueda de prensa con acento escocés debido a su actual inmersión en otro papel que no ha revelado.

Tras labrarse una reputación como actor secundario a las órdenes de directores como Jordan Peele, Jim Jarmusch o Sean Baker, hace dos años Landry Jones se llevó el premio al mejor actor en Cannes por "Nitram" de Justin Kurzel.

Y en esta segunda jornada del Festival de Venecia ya se alza con muchas posibilidades para ganar la Copa Volpi al mejor actor por un personaje inquietante desde su primera aparición en pantalla, cuando es detenido conduciendo un camión lleno de perros, disfrazado de Marilyn Monroe y ensangrentado.

Se trata de un personaje de gran complejidad, que transita entre la tristeza, el deseo de escapismo, la vulnerabilidad y la fortaleza. Según el actor, lo más complicado fue encontrar su manera de caminar, ya que tiene un problema de movilidad.

Trabajar con decenas de perros fue otro reto. Besson ha contado que llegó a haber hasta 70 perros en el set con 25 entrenadores diferentes dándoles indicaciones de forma simultánea cada vez que el director gritaba acción.

La religión y la fe son temas que también están presentes en la trama. "Lo único que puede salvarte es el arte y el amor, definitivamente no el dinero, y cuando tienes ambos eres muy afortunado", ha dicho Besson.

Preguntado por referencias cinematográficas, dice no tenerlas de forma consciente. "Me inspira mas la gente a mi alrededor, mi entorno, la gente que puedes encontrar caminando por la calle es increíble si te pones a imaginar sus vidas". EFE

mt/psh

(foto)

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