Las costas de Algeciras (España), escenario de vertidos hace años por el trasvase de combustible

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Madrid, 30 ago (EFE). - Los vertidos en la española Bahía de Algeciras (Cádiz), como el del pasado 1 de agosto, son frecuentes en esta zona, sobre todo durante las maniobras de “bunkering” (trasvase de combustible entre barcos), como denuncian las ONG ecologistas, que señalan que Gibraltar (sur) es ya una "gasolinera 'low cost' para bombas climáticas flotantes".

El pasado 1 de agosto el gasero 'Gas Venus', que recibía combustible en la parte sur del Fondeadero de Poniente en Cádiz del 'Hércules 500', experimentó un desbordamiento de sus tanques, lo que provocó un vertido al mar de entre 1.000 y 2.000 litros de fueloil pesado.

Según confirmaron a EFE fuentes del Ministerio español de Asuntos Exteriores, este departamento presentó una protesta ante la embajada del Reino Unido en Madrid por lo que España considera tres "graves incidentes" ocurridos en agosto en aguas cercanas al Peñón de Gibraltar, uno de los cuales se refiere al mencionado vertido.

Se trata de una nota verbal fechada el pasado lunes, en la cual el ministerio manifiesta su "más enérgica protesta" por los movimientos de varias embarcaciones en aguas españolas, al tiempo que recuerda que España no reconoce a la colonia más aguas que las interiores del puerto.

Parte del vertido llegó a tierra en Gibraltar y si bien no afectó al litoral de los municipios de la comarca gaditana del Campo de Gibraltar, sí obligó a cerrar temporalmente las zonas costeras Camp Bay y Rosia Bay.

Ese día el grupo conservacionista Verdemar Ecologistas en Acción culpó del vertido a la falta de medidas de seguridad en este tipo de maniobras.

Su portavoz Antonio Muñoz Secilla rechaza además que esta práctica es muy común en la Bahía de Algeciras, una zona donde a pesar de ser "angosta y peligrosa" se realiza "una cantidad frenética de trasvase de combustibles", de unos 2 millones y medio de toneladas de fuel marino al año, precisa a EFE.

Es una práctica que “está permitida sólo si se siguen unos protocolos que marca la Organización Marítima Internacional (OMI), es decir, cuando dos barcos van a hacer un trasvase de combustible, sea en alta mar o en una zona económica exclusiva, tienen que avisar a la OMI y a los países que tienen jurisdicción en la zona, para que haya unos controles”, apunta el experto y consultor ambiental Carlos Bravo.

Desde la ONG para la que trabaja, OceanCare, advierten a EFE de que estos incidentes pueden poner en riesgo las poblaciones de cetáceos que habitan en la zona e incluso comprometer la supervivencia de especies que ya están en peligro de extinción como la orca ibérica, "de la que hay menos de 40 ejemplares”, recuerdan, y que tiene una tasa de reproducción muy baja.

“Estos vertidos pueden tener una incidencia importante sobre la fauna y, en concreto, sobre estos cetáceos que se alimentan de peces que, como ya sucede, pueden estar contaminados. Es un problema muy grave respecto al cual las autoridades deberían tomar medidas”, reclaman.

España se quejó el lunes ante las autoridades británicas, pero desde las organizaciones ecologistas lamentan que esta queja se haya producido esta semana, cuando ellos llevan décadas denunciando las prácticas de 'bunkering' y otros incidentes entre buques que han resultado en vertidos peligrosos para la población costera y para la biodiversidad.

El 3 de septiembre de 2003, hace casi 20 años, el buque de bandera panameña María N. E. vertió 1.500 litros de combustible mientras realizaba un trasvase en una plataforma de la refinería Gibraltar de Cepsa en San Roque.

Dos años después, en septiembre de 2005, el buque-tanque de bandera gibraltareña “Eileen” originó un vertido de entre 5.000 y 7.000 litros de fuel en el pantalán de Cepsa de San Roque cuando cargaba suministro para transportarlo al cañón.

En mayo de 2006 el navío británico Sussex, atracado en Gibraltar, vertió varias toneladas de fuel que afectaron a un kilómetro de extensión de las playas de San Roque, mientras que en agosto de 2007, el buque chatarrero "New Flame", cargado con 27.000 toneladas de chatarra, colisionó con el petrolero "Tom Gertrud" en Punta Europa, en aguas administradas por el Gobierno de Gibraltar.

En los meses posteriores fueron recogidas en las playas de Algeciras cerca de 100 toneladas de hidrocarburos mezclados con arena.

El 11 de octubre de 2008, en esas mismas aguas de Punta Europa, se partió en dos el buque de bandera liberiana “Fedra” y provocó un vertido de más 700 metros de longitud y el 31 de mayo de 2011 ardieron unos tanques de residuos oleosos en Gibraltar, provocando un vertido que llegó a la playa de Getares en Algeciras.

El enero de 2015 Cepsa suspendió temporalmente el suministro a buques que transitaban por las aguas del Estrecho a consecuencia de los derrames de fuel producidos durante ese mes.

UN AÑO DEL ACCIDENTE DEL OS35

Justo este miércoles se cumple un año de la colisión de dos buques en la bahía de Algeciras, el metanero “Adam LNG”, y el granelero “OS35”, cargado con 183 toneladas de fueloil pesado, 250 toneladas de gasóleo y 27 de aceite lubricante, y varado tras la colisión al Este de Gibraltar.

El choque generó una fuga de líquido lubricante que traspasó la barrera anticontaminación dispuesta “ad hoc” y llegó a la costa del municipio gaditano, y desde Greenpeace alegaron entonces que "Gibraltar se ha convertido en la gasolinera ‘low cost’ de miles de buques; y Algeciras se ha convertido en su retrete", ya que Gibraltar ofrece precios más económicos por el combustible gracias a ventajas fiscales y a "no cumplir los protocolos de prevención de polución" (Marpol).

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