Atlanta (EE.UU.), 23 ago (EFE).- LaShawn Thompson no pudo cumplir su condena. El año pasado, fue hallado sin vida, desnutrido, deshidratado e infestado de chinches dentro de una celda de la cárcel del condado de Fulton, en Atlanta (Georgia).
Las revelaciones sobre su muerte empujaron al Departamento de Justicia de EE.UU. a lanzar en julio una esperada y exhaustiva investigación sobre las condiciones de esta prisión, denostada desde hace tiempo por los horrores en su interior.
Pero el lugar nunca había estado tan en el punto de mira como hasta ahora.
El expresidente Donald Trump (2017-2021) se entregará el jueves a las autoridades en este centro penitenciario para ser fichado después de haber sido imputado por intentar manipular el resultado de las elecciones presidenciales de 2020 en Georgia, donde perdió contra el actual mandatario, Joe Biden, por un estrecho margen.
A diferencia de la mayoría de procesados, el republicano no pasará muchas horas en la prisión de Fulton, puesto que ya ha pactado pagar una fianza de 200.000 dólares para quedar en libertad mientras se desarrolla el juicio.
UNA PRISIÓN, BAJO INVESTIGACIÓN
De esta forma, el expresidente evitará, al menos por ahora, poner el pie en una de las celdas de la cárcel, donde el Departamento de Justicia ha encontrado "acusaciones creíbles" de homicidios, insalubridad, hacinamiento, problemas estructurales, uso excesivo de la fuerza por parte de los agentes y discriminación a reos con discapacidades.
Ryan Buchanan, fiscal federal para el Distrito Norte de Georgia, expresó su "grave preocupación" por las denuncias que ha recibido sobre "celdas sucias repletas de insectos y violencia desenfrenada que ha derivado en lesiones y muertes" en dicha prisión.
Thompson, un afroamericano de 35 años, solo llevaba tres meses detenido por un delito menor de agresión cuando fue encontrado muerto, desnutrido y "lleno de picaduras de insectos de todo tipo", explicó a EFE Gerald Griggs, presidente en Georgia de la NAACP, la mayor organización defensora de derechos civiles.
Ese joven es una de las 18 personas que murieron en 2022 bajo custodia en la prisión de Fulton.
Según un informe de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, en inglés), la cárcel tenía el año pasado 2.900 reos, cuando solo cuenta con camas para 2.600.
Además, todos los recluidos en el área para presos con enfermedades mentales tenían piojos, sarna o ambos, mientras que el 90 % de ellos estaba desnutrido, de acuerdo con un reporte del Centro Sureño para los Derechos Humanos (SCHR, en inglés).
El jueves pasado, fue hallado sin vida en una celda de la unidad médica Alexander Hawkins, un recluso de 66 años que esperaba su juicio por robo a una tienda.
LA PRIMERA FOTO POLICIAL DE UN EXPRESIDENTE
Trump llegará el jueves escoltado por el Servicio Secreto a este centro penitenciario construido en la década de los ochenta en un barrio residencial de Atlanta y que permanece resguardado por patrullas de la Policía.
El sheriff del condado de Fulton, Pat Labat, dijo a la prensa que el exmandatario pasará por el "proceso habitual", que incluye la toma de huellas y de una foto policial de frente.
"No importa quién seas, aquí te tomamos la foto", dijo.
De ser así, la cárcel de Fulton se convertirá en la primera institución del país en tomar una fotografía policial de un expresidente de Estados Unidos.
Pero lo cierto es que se espera un proceso mucho más rápido del que afrontan la mayoría de personas.
Los abogados de Trump ya pactaron el pago de la fianza de 200.000 dólares, por lo que ya no es necesario que el republicano se siente ante un juez en la cárcel, explicó Griggs.
Además, presumiblemente se saltará el examen médico requerido para todas las personas que permanezcan en la prisión de Fulton durante más de dos horas, agregó este abogado.
No todos tienen la misma suerte. Según los datos de ACLU, el centro penitenciario alberga a 728 personas que no han podido pagar su fianza o que llevan más de 90 días esperando su imputación.
La fiscal de Fulton, Fani Willis, acusa a Trump de 13 delitos por presuntamente haber liderado una trama mafiosa con otros 18 aliados para intentar manipular el resultado electoral de 2020.
Uno de los compinches, su exabogado personal y exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, ya llegó este miércoles a Atlanta para entregarse a las autoridades de Georgia.
Esta es la tercera imputación penal contra Trump, tras el caso del soborno a la actriz porno Stormy Daniels, el de los documentos clasificados que se llevó de la Casa Blanca y el del asalto al Capitolio.
No obstante, este caso ha cobrado gran relevancia porque, al ser un proceso judicial estatal en lugar de federal, Trump no podría autoindultarse en caso de recuperar la Presidencia en 2025.
Eduard Ribas i Admetlla