Microsoft dejará de producir la cámara Azure Kinect para desarrolladores, heredera de la primera Kinect para las videoconsolas Xbox, aunque ha asegurado que la tecnología de su sensor de profundidad seguirá estando disponible a través de socios. Microsoft anunció en el marco de Mobile World Congress de 2019 la cámara Azure Kinect que, a diferencia de la primera Kinect de Xbox, se dirigía a un uso profesional, para desarrolladores. Integraba el mismo sensor de profundidad de HoloLens 2 y una matriz de siete micrófonos. Ahora la compañía tecnológica ha anunciado el fin de su producción, aunque seguirá ofreciendo la tecnología de cámaras de profundidad a través de su ecosistema de socios, como ha informado en un comunicado publicado en el foro de Tech Community. Microsoft afirma que con estas asociaciones "la comunidad tendrá acceso a una amplia variedad de sensores, módulos de cámara y sistemas de cámara construidos sobre la tecnología Microsoft iToF". Asimismo, el kit de desarrollo de 'software' de Azure Kinect seguirá estando disponible para su descarga y el propio dispositivo para su venta hasta agotar existencias. El primer dispositivo Kinect apareció en 2010 para la videoconsola Xbox 360. Consiguió vender unos 35 millones de unidades para octubre de 2017, cuando Microsoft anunció el cese de su producción. Kinect llegó al mercado con el objetivo de competir en la tendencia de los videojuegos con control de movimiento, un sector acaparado entonces por Nintendo con su consola Wii y por PlayStation Move. Aunque el dispositivo fue muy bien recibido por sus avanzados controles de movimiento y su control de voz, quedó poco a poco en el olvido por polémicas como las supuestas vulnerabilidades de privacidad y la conexión a Internet permanente. El catálogo de juegos compatibles nunca fue muy amplio, una escasez que se acentuó tras la llegada de Xbox One.