Ciudad de Panamá, 22 ago (EFE).- El juicio por el caso "Blue Apple" de Panamá, una gran trama de blanqueo de capitales, comenzó este martes sin la presencia de dos hijos del expresidente Ricardo Martinelli (2009 - 2014), que serán juzgados en la Corte Suprema tras jurar como diputados suplentes del Parlamento Centroamericano (Parlacen).
El juicio por el caso "Blue Apple" empezó esta mañana con la presentación de los fiscales, de los abogados de los imputados, y de los propios imputados presentes en la sala del Juzgado Segundo Liquidador de Causas Penales en Ciudad de Panamá.
La jueza Baloisa Marquínez es la encargada de este caso. Marquínez lideró el juicio "New Business" por el que el exmandatario panameño Martinelli fue acusado de lavado de dinero al comprar una editorial de medios y condenado a más de 10 años de prisión, y también encabezará el del caso Odebrecht, previsto para el 27 de septiembre.
Por este caso "Blue Apple", la versión criolla de Odebrecht, hay 21 imputados, entre ellos funcionarios durante el gobierno de Martinelli, por los delitos de blanqueo de capitales, corrupción de servidores públicos y asociación ilícita.
"Las expectativas es justamente lograr la condena de aquellas personas responsables de estos delitos", dijo a los periodistas antes del inicio de juicio el fiscal anticorrupción Aurelio Vásquez.
Este proceso penal, que se comenzó a investigar en 2017, involucra a la sociedad anónima Blue Apple, que presuntamente fue creada por varios ciudadanos con el propósito de "disfrazar o blanquear dinero" supuestamente obtenido de coimas y sobornos que recibieron en su momento, señala la información oficial.
Este caso involucra "más de 82 millones de dólares que se utilizaron para blanqueo de capitales", señaló en su momento el Ministerio Público (MP, Fiscalía), y por ahora "se han aprehendido arriba de 31 millones de dólares entre bienes y dinero", actualizó este martes el fiscal Vásquez.
La investigación está relacionada con empresas constructoras que entre 2011 al 2014 mantenían contratos adjudicados con el Estado.
Por este caso ya fue condenado en marzo de 2023 a 10 años de prisión Adolfo "Chichí" De Obarrio, quien era secretario privado de Martinelli durante su gobierno (2009-2014), por el delito de blanqueo de capitales producto de la "corrupción" en proyectos estatales, informó en su momento el Órgano Judicial.
HERMANOS MARTINELLI, AL SUPREMO
Ricardo Alberto y Luis Enrique Martinelli, hijos del expresidente, están entre los imputados en este caso. Sin embargo, al haber asumido de forma exprés la semana pasada como diputados suplentes del Parlacen, pasan a ser juzgados por la Corte Suprema de Justicia.
"Entendemos que el tribunal se ha pronunciado por una ruptura procesal de dos personas que evidentemente ya no son de competencia de la justicia ordinaria", declaró Vásquez.
El polémico juramento de los hermanos, elegidos parlamentarios suplentes en los comicios generales panameños de mayo de 2019, desencadenó un fuerte debate y críticas hacia el Parlacen en el país. La ley panameña dictamina que los diputados deben ser juzgados por la Justicia Suprema y no la ordinaria.
Ambos intentaron este mes asumir sus cargos en el organismo regional en dos ocasiones frustradas por la falta de quorum en la subsede de Panamá, y lo lograron a la tercera en Nicaragua, participando de manera virtual.
Ahora, la Corte Suprema debe conformar la mesa del tribunal para este caso y pedir el levantamiento del fuero electoral, correspondiente por ser diputados suplentes, según explicó a EFE una fuente oficial.
"Una cosa es la pérdida de la competencia del tribunal por prerrogativa funcional para que estas personas sean procesadas ante otras instancias y otra es fuero penal electoral", detalló el fiscal panameño.
Y agregó que "con la independencia de la ruptura procesal, es un solo expediente de casi 400 tomos y ahí están todas las pruebas".
El expresidente Martinelli también asumió en su momento, y cuando estaba acosado por denuncias de corrupción, como diputado del Parlacen, un ente que alguna vez llamó "cueva de ladrones", aunque terminó renunciando al cargo en medio de un juicio por escuchas ilegales del que salió absuelto.
Ricardo Alberto y Luis Enrique Martinelli ya confesaron en Estados Unidos haber blanqueado 28 millones de dólares de sobornos de Odebrecht y pagaron cárcel por ello.