(Bloomberg) -- En todo el mundo, los operadores de bonos finalmente se están dando cuenta de que los menores rendimientos de la historia reciente podrían desaparecer para siempre.
La sorprendente resiliencia de la economía de Estados Unidos, el aumento de la deuda y los déficits, y la creciente preocupación de que la Reserva Federal mantendrá altas las tasas de interés están impulsando los rendimientos de los bonos del Tesoro a más largo plazo a los niveles más altos en más de una década.
Eso provocó un replanteamiento de lo que será “normal” en el mercado del Tesoro. Los estrategas de Bank of America Corp advierten a los inversionistas que se preparen para el retorno al “mundo al 5%” que prevaleció antes de que la crisis financiera global marcara el comienzo de una larga era de tasas estadounidenses cercanas a cero. Y BlackRock Inc. y Pacific Investment Management Co. dicen que la inflación podría permanecer obstinadamente por encima de la meta de la Fed, lo que dejaría margen para que los rendimientos a largo plazo aumenten aún más.
“Hay una revisión de precios notablemente al alza en las tasas a largo plazo”, dijo Jean Boivin, exfuncionario del Banco de Canadá que ahora dirige BlackRock Investment Institute.
“El mercado se acerca cada vez más a la opinión de que habrá presiones inflacionarias a largo plazo a pesar del progreso reciente”, dijo. “La incertidumbre macroeconómica persistirá durante los próximos años y eso requiere una mayor compensación para poseer bonos a largo plazo”.
Es un cambio brusco para los mercados que el año pasado comenzaron a posicionarse para una recesión que empujaría a la Fed a flexibilizar la política monetaria, lo que elevó las esperanzas de un fuerte repunte, tras un pésimo 2022 que causó que los bonos del Tesoro registraran las mayores pérdidas desde por lo menos principios de la década de 1970.
Si bien las tasas más altas suavizarían el golpe al aumentar los pagos de intereses de los tenedores de bonos, también presentan el riesgo de afectar todo, desde el gasto del consumidor y la venta de viviendas hasta los precios de las acciones tecnológicas. Lo que es más grave, aumentarán los costos de financiamiento del Gobierno de EE.UU., lo que empeoraría los déficits, ya que estaría obligado a pedir prestado alrededor de US$1 billón este trimestre para cubrir la brecha.
La liquidación observada desde la semana pasada ha afectado más a los bonos a largo plazo y ha eliminado las ganancias más amplias del mercado del Tesoro de este año, lo que lo deja en vías a registrar la tercera pérdida anual consecutiva. También ha hecho bajar los precios de las acciones, que subieron con fuerza hasta este mes debido a las expectativas sobre el camino de la Fed.
Es posible que el último giro no persista y algunos pronosticadores de Wall Street todavía proyectan una contracción económica que ejercería presión a la baja sobre los precios al consumidor.
Traducido por Paulina Steffens.
Nota Original:BofA’s Warning of a ‘5% World’ Sinks In as Bond Yields Surge (1)
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