Quito, 15 ago (EFE).- La inseguridad y la crisis económica son los principales retos del próximo presidente de Ecuador, que tendrá diecisiete meses para dirigir un país políticamente complejo, y a la expectativa de los efectos del fenómeno de El Niño y una eventual merma de ingresos, en caso de que venza el "Sí" en un plebiscito para dejar en tierra el petróleo de un importante yacimiento en la Amazonía.
Ocho candidatos se disputan la Presidencia después de que el conservador Guillermo Lasso, disolviera en mayo pasado la Asamblea Nacional (Parlamento), de mayoría opositora, al aplicar la llamada "muerte cruzada", lo que forzó esta convocatoria extraordinaria de elecciones y la reducción de su mandato, que debía terminar el 24 de mayo de 2025.
Por ello, quien gane en las elecciones del próximo domingo, o en una eventual segunda vuelta el 15 de octubre, deberá culminar el período para el que fue elegido Lasso, que no se presenta a la reelección.
INSEGURIDAD, PRINCIPAL PREOCUPACIÓN
Ecuador cerró 2022 con la mayor tasa de muertes violentas de su historia, al registrar 25,32 por cada 100.000 habitantes, pero la tendencia para este año puede llegar, e incluso superar, los 40 homicidios por cada 100.000 habitantes, dijo a EFE el experto en seguridad, Fernando Carrión.
"Según información internacional, la tasa de crecimiento de la violencia de Ecuador es la más alta de América. Y eso haría que, al finalizar este año, Ecuador esté localizado, probablemente, en el tercer lugar de los países más violentos de la región", indicó.
Muestra de esa espiral de violencia atribuida por las autoridades al crimen organizado y al narcotráfico está en el reciente asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, acribillado el miércoles pasado a la salida de un mitin en Quito, y después de haber denunciado que había recibido amenazas de muerte.
El crimen de Villavicencia es sólo la punta del iceberg de la oleada de atentados atribuidos al crimen organizado contra autoridades y candidatos a cargos públicos en el país andino, y que tiene a su última víctima en el dirigente local correísta Pedro Briones, asesinado este lunes.
Uno de los mayores focos de la violencia que sufre el país son las cárceles, donde han sido asesinados más de 400 reclusos desde 2020 en una serie de masacres entre bandas rivales, que han trasladado sus disputas de las calles a las prisiones.
La inseguridad tiene también un "costo económico enorme" y una "afectación muy grave en la producción y el consumo", señala a EFE el analista económico Alberto Acosta Burneo, quien llama la atención sobre el impacto de esta situación en la inversión y el crecimiento.
ENTORNO ECONÓMICO COMPLEJO
Al próximo gobernante le espera un "entorno bastante complejo", porque la situación externa se ha deteriorado, las tasas de interés internacionales siguen subiendo, y eso hace que el financiamiento externo sea más costoso y más escaso. El mercado de capitales sigue cerrado para el país", recuerda Acosta Burneo.
"Esa debilidad de los mercados internacionales y una caída en precios de ciertas materias primas, particularmente el petróleo, han hecho que el año empiece con déficit fiscal", detalla el especialista, a lo que se suma una prima de riesgo en torno a los 2.000 puntos.
A esto se adhieren los eventuales efectos del fenómeno de El Niño, que se prevé para fines de año. "Según información oficial, la caída de la economía va a ser entre 10.000 y 12.000 millones de dólares, que sería superior a lo que cayó con la pandemia de la covid-19", comentó Carrión.
Este economista prevé que "se va a caer la producción agrícola, ganadera, la infraestructura de las carreteras, de energía eléctrica, (la construcción de) escuelas, etcétera", lo que incrementará la pobreza, la desigualdad y la violencia.
El próximo domingo, un plebiscito definirá si se detiene la explotación del bloque 43-ITT, situado en el Parque Nacional Yasuní, uno de los epicentros mundiales de la biodiversidad, lo que significaría una merma de 1.200 millones de dólares anuales al fisco, según cálculos gubernamentales.
"Todo esto, dentro de un entorno político que eleva la incertidumbre", porque ya en 2025 habrá nuevamente elecciones, y porque se desconoce cómo quedará conformada el próximo domingo la Asamblea Nacional.
INCERTIDUMBRE POLÍTICA
El analista político César Ulloa cree que ningún candidato tendrá una mayoría total en la Asamblea que le permita gobernar, por lo que para combatir la inseguridad, por ejemplo, se deberá declarar la emergencia en el sector, a fin de facilitar la compra de equipamiento y tomar algunas medidas excepcionales.
Además, quien reemplace a Lasso deberá tener acciones coordinadas con las autoridades locales para afrontar los efectos del fenómeno de El Niño, dice a EFE.
Para Ulloa, la necesaria generación de empleo "sólo será posible si se instala un clima mínimo de certidumbre" en un país que, en pocos meses, estará nuevamente envuelto en una campaña electoral con miras a las presidenciales de 2025.
Susana Madera