Quito, 12 ago (EFE).- El exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, alfil del exmandatario Rafael Correa (2007-2017), aseguró este sábado que alista una "hoja de ruta" legal para revertir la condena en un caso de asociación ilícita relacionada con el escándalo de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.
Ello luego de que el Supremo Tribunal Federal de Brasil anulara las pruebas usadas en su contra en el caso Odebrecht y que afectó también a otros políticos brasileños, de varios países latinoamericanos y a nivel mundial.
El magistrado José Dias Toffoli extendió a Glas una decisión para anular pruebas que benefició a políticos brasileños que también fueron investigados en el caso Odebrecht, entre ellos el actual vicepresidente, Geraldo Alckmin.
Glas dijo a EFE que en su país, con este caso forjado con pruebas que ahora se conoce que fueron forjadas, crearon un proceso de "lawfare" o persecución judicial en su contra.
El fallo de la Corte, según Glas, anula incluso "la cooperación eficaz" (delación premiada) que en su momento la Justicia ecuatoriana obtuvo de la brasileña para armar el caso de asociación ilícita, por la que el exvicepresidente estuvo en la cárcel por cinco años, desde finales de 2017.
También esas pruebas se usaron para otro proceso conocido como "Arroz verde", que luego se transformó en el caso "Sobornos", por el que fue condenado a ocho años Glas y el propio Correa, quien reside en Bélgica y que la Justicia ecuatoriana lo considera prófugo.
Sus abogados "están determinando la hoja de ruta jurídica" y en los próximos días saldrá a la luz las evidencias de este caso de persecución judicial que se basó en informaciones falsas proporcionadas por exdirectivos de la constructora brasileña.
Según Glas, se trató de acusaciones "a la carta" para perseguir, sobre todo, a figuras del progresismo latinoamericano como el propio presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, la exmandataria de ese país Dilma Ruseff o la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández.
Glas, como ha sido tónica de su defensa, acusó al exfiscal ecuatoriano Carlos Baca de haber armado el entramado del "lawfare", pero sobre todo apuntó al expresidente Lenin Moreno (2017-2021), al que tildó de "traidor" y del que fue vicepresidente en las primeras semanas de su mandato, justo antes de entrar en prisión.
Dijo anhelar que la Justicia ecuatoriana, con el fallo de la Corte Federal de Brasil, revise los casos en los que ha sido imputado y a los que considera como un "'lawfare' que comienza a desmontarse".
Glas dijo creer que hay ahora "condiciones para que la Justicia comience a corregir todo esto".
La defensa del exvicepresidente había solicitado a la Corte brasileña que le extendiera el beneficio de haber declarado inválidas las pruebas obtenidas a partir de un sistema interno de la constructora Odebrecht.
Las pruebas contra políticos acusados de recibir sobornos, conseguidas en los sistemas Drousys y My Web Day B, usados en el acuerdo de colaboración de Odebrecht, están "contaminadas" y "no pueden ser utilizadas", según decidió la Corte.
Los datos de esos servidores llegaron a ser utilizados para incriminar al actual presidente brasileño, aunque los peritos de la Policía Federal admitieron que los mismos podrían ser adulterados y eso contribuyó para anular las condenas a las que fue sometido amtes de recuperar el poder.