São Paulo, 11 ago (EFE).- El expresidente brasileño Jair Bolsonaro vendió en Estados Unidos al menos cuatro lotes de joyas que recibió como regalos de Estado en visitas a países árabes, según una investigación policial divulgada este viernes por un juez.
La investigación policial, hecha pública por el Tribunal Supremo, señala que Bolsonaro usó el avión presidencial en el que dejó Brasil el 30 de diciembre de 2022 con rumbo a Estados Unidos para sacar del país sin declarar los conjuntos de joyas "de alto valor patrimonial" que había recibido en virtud de su cargo.
Las joyas fueron enviadas por medio de intermediarios a tiendas especializadas en artículos de lujo en Miami y Nueva York para su evaluación y venta.
"Las cantidades obtenidas por estas ventas fueron convertidas en efectivo e ingresaron en el patrimonio personal del expresidente de la República, a través de personas interpuestas y sin utilizar el sistema bancario formal, con la finalidad de ocultar el origen, localización y titularidad de las cantidades", indica el texto de la investigación.
Posteriormente, cuando el escándalo de las joyas llegó a la prensa, los colaboradores de Bolsonaro recompraron la mayoría de las joyas, para posteriormente entregarlas al Estado brasileño, como había determinado el Tribunal de Cuentas, según la misma fuente.
No obstante, al menos una de las joyas no ha sido entregada a las autoridades: un reloj de la marca Rolex, que fue vendido en EE.UU. por 68.000 dólares, y que nunca fue declarado en el acervo de la Presidencia, donde debería de haberlo registrado Bolsonaro como patrimonio del Estado.
El dinero de esa venta fue depositado en una cuenta bancaria del mayor Mauro César Cid, el antiguo edecán del exmandatario, que lo acompañó a Estados Unidos en diciembre pasado y, según las investigaciones, se encargó de vender las joyas.
El magistrado Alexandre de Moraes, del Tribunal Supremo, ordenó nuevos registros en domicilios de Mauro Cid y de otros supuestos implicados en la trama, que son investigados por los presuntos delitos de malversación y lavado de dinero.
Sin embargo, no ordenó ningún registro a Bolsonaro o a familiares del líder de la ultraderecha.
Bolsonaro regresó a Brasil el pasado abril, tras haber permanecido tres meses en Estados Unidos, y tras su retorno, ha declarado varias veces ante la Policía Federal por el caso de las joyas y por la investigación de los actos golpistas del pasado 8 de enero.
En esa fecha, miles de partidarios de Bolsonaro asaltaron las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema en un intento de forzar un golpe de Estado contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que había asumido el poder una semana antes.