Líder de una secta de Kenia permanecerá otros 47 días detenido por la muerte de 425 fieles

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Nairobi, 10 ago (EFE).- Un tribunal del sur de Kenia dictaminó hoy la permanencia en prisión preventiva por otros 47 días del líder de una secta cristiana en el sur del país que, presuntamente, persuadió a 425 personas, cuyos cuerpos fueron hallados en fosas en un bosque, para que ayunaran hasta morir con el objetivo de encontrarse con Jesucristo.

El juez del tribunal de Shanzu, en la ciudad costera de Mombasa (sur), Yusuf Shikanda, tomó la decisión después de que el pasado martes la Fiscalía presentara una solicitud para que líder sectario Paul Mackenzie y otros 27 coacusados continúen detenidos por siete semanas más para que la Policía pueda terminar su investigación.

Aunque el abogado de Mackenzie, Wycliff Makasembo, rechazó la solicitud, alegando que la Fiscalía no había presentado cargos contra sus clientes, Shikanda señaló que no es razonable poner en libertad a los sospechosos antes de que se comprueben a fondo sus antecedentes y que la solicitud de los fiscales estaba bien fundada.

Mackenzie, extaxista y pastor que lidera la Good News International Church (Iglesia Internacional de las Buenas Nuevas), se encuentra bajo custodia policial desde el pasado 14 de abril.

El 19 julio, la comisionada regional de Policía de la Costa keniana, Rhoda Onyancha, confirmó que el número de muertos ascendió a 425, una cifra que el patólogo jefe del Gobierno, Johansen Oduor, aumentó a 427 a principios de agosto, después de hallarse fetos en dos mujeres que estaban embarazadas.

Los rescatados con vida se mantienen en 95.

Asimismo, 613 personas han sido reportadas como desaparecidas hasta el momento y se han recogido 266 muestras de ADN de posibles familiares para averiguar la identidad de los muertos.

Casi todos los cadáveres de la llamada "masacre de Shakahola" han sido exhumados en ese bosque, de más de 320 hectáreas, mientras sólo unos pocos murieron en el hospital después de ser rescatados por la gravedad de su estado.

El pasado 27 de junio, Oduor indicó que, de los 338 cuerpos examinados hasta esa fecha, 117 eran de menores y 201 de adultos, mientras que 20 se encontraban en un estado de descomposición demasiado avanzado para determinar la edad.

Las autopsias también evidenciaron que, si bien todos los cuerpos mostraban signos de inanición, algunos de ellos, sobre todo de menores, tenían también rastros de estrangulamiento y asfixia.

En este sentido, las primeras investigaciones de la Policía apuntan a que los fieles eran forzados a seguir con el ayuno aunque quisieran abandonarlo. EFE

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