Río de Janeiro, 9 ago (EFE).- La ministra brasileña de Medio Ambiente, Marina Silva, dijo este miércoles que el documento aprobado la víspera en la Cumbre Amazónica carece de una meta para poner fin a la deforestación debido a que no hubo consenso y a que Brasil no puede imponerle su voluntad a los demás países.
En un entrevista a la red estatal de radios, Silva respondió a las críticas que la llamada Declaración de Belém ha recibido por no establecer una meta común y concreta para acabar definitivamente con la deforestación en la selva amazónica.
"El proceso de negociación es siempre mediado. Nadie puede imponer su voluntad. Entonces, vamos alcanzando consensos progresivos. En la medida en que vamos alcanzando algunos consensos los vamos incluyendo en el documento", aseguró la ministra, una reconocida ecologista.
Brasil y Colombia han asumido el compromiso de reducir a cero la deforestación de la Amazonía para 2030, pero no todos los países de la región han asumido metas concretas.
La Declaración de Belém se limita a establecer una "alianza amazónica de combate a la deforestación" para evitar que la selva alcance el punto de no retorno, pero deja libertad a los Estados para definir sus propias metas nacionales.
Silva aseguró que lo importante de la reunión fue que todos los países coincidieron en que la deforestación en la Amazonía no puede superar el llamado punto de no retorno, lo que puede afectar al régimen de lluvias de Suramérica.
"Si superamos el 25 % de deforestación, la selva entrará en un proceso de transformación en sabana", aseguró la ministra.