Roma, 7 ago (EFE).- El Gobierno de Italia ha dado luz verde a un decreto que permitirá que los grandes municipios incrementen las licencias de taxis en un 20 % después de que turistas y ciudadanos hayan protestado por la falta de alternativas de transporte en ciudades como Roma, Milán y Nápoles.
La falta de taxis ha ocupado titulares durante este verano en Italia, que experimenta cifras récord de turistas aunque, por ejemplo, Roma y Milán llevaban sin incrementar la flota de taxis desde 2006.
De esta manera, las imágenes de estaciones y aeropuertos con enormes filas de personas esperando poder subir a un coche se han hecho virales en redes sociales, acompañadas de protestas por las deficiencias en los sistemas de transporte público de algunas ciudades italianas, donde empresas como Uber tienen una actividad muy limitada, a diferencia de otras metrópolis europeas.
La medida también simplifica el marco regulatorio de los transportes con conductor, amplía hasta 24 meses las licencias temporales y permite a otros operadores concurrir por las nuevas licencias, que se convocarán en concurso extraordinario.
Los sindicatos de los taxistas, por su parte, han amenazado con convocar una huelga general en desacuerdo con las medidas.
"La demanda es mayor que la oferta. Todo se debe al excesivo poder de 'lobby' taxista, que siempre ha obstaculizado la competencia y doblegado a su voluntad al gobierno y las administraciones municipales, impidiendo la expedición de nuevas licencias", denunció la semana pasada a EFE Carlo Rienzi, presidente de la asociación de consumidores Codacons.
Aunque se trata de una práctica ilegal, es habitual que en ciudades como Roma los conductores rechacen a viajeros porque sus trayectos son cortos o vayan directamente a buscar a turistas que pactan un precio superior.
En Milán (norte) tampoco se licitan nuevas licencias desde 2006 y en Nápoles (sur) el caos en las estaciones es tal que los policías han controlado en algunas paradas que se respeten los turnos en las filas, donde algunos usuarios denuncian que se les ha llegado a pedir miles de euros por transportarlos a localidades costeras.
De hecho, la autoridad antimonopolio de Italia ha lanzado una auditoría en el sector del taxi debido los problemas que crean "graves perjuicios para los usuarios", como los tiempos de espera, la manipulación del taxímetro o el rechazo de los pagos con tarjeta para evadir impuestos.