El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha anunciado este martes el despliegue de 7.000 militares y 1.000 policías en el departamento de Cabañas en el marco de un operativo en la zona con el objetivo de capturar a pandilleros. "El cerco se mantendrá mientras los operativos puedan extraer a todos los pandilleros. La población de Cabañas, sus visitantes y turistas pueden estar tranquilos y realizar sus actividades normalmente", ha indicado el mandatario en la red social X, conocida anteriormente como Twitter. Poco antes, Bukele afirmaba en la citada red social que julio fue "el mes más seguro en toda la historia de El Salvador". "Si anualizamos la tasa de homicidios de enero a julio, El Salvador (hace poco el país más peligroso del mundo) tendría 2.2 homicidios anuales por cada 100.000 habitantes", ha agregado. El estado de excepción vigente en el país ha sido prorrogado en numerosas ocasiones a lo largo del último año. La medida no ha estado exenta de polémica pues, a pesar de que parte de la población valora los resultados, más allá de las fronteras salvadoreñas se suceden denuncias por violaciones de Derechos Humanos. Las autoridades del país centroamericano han detenidos a millares de presuntos pandilleros a los que, tras saturar los centros penitenciarios del país, ha enviado a una macrocárcel --oficialmente denominada Centro de Confinamiento del Terrorismo-- construida en tiempo récord y con capacidad de acoger hasta 40.000 reclusos. El propio presidente ha llegado a compartir en sus redes vídeos propagandísticos en los que se recoge el proceso de traslado y en los que se observa a los presuntos pandilleros ataviados con apenas un calzón blanco, maniatados por la espalda y con la cabeza gacha.