Bogotá, 13 jul (EFE).- La periodista colombiana y activista contra la violencia sexual Jineth Bedoya reveló este jueves que la viceministra y nueva ministra de la Igualdad, Francia Márquez, le ofreció el cargo de viceministra de la Mujer pero lo ha rechazado para seguir ejerciendo el periodismo.
"Públicamente quiero agradecerle que me haya tenido en cuenta para ser su Viceministra de la Mujer. Es una distinción. Pero también soy consciente de que aún hay mucho por hacer desde los medios de comunicación", dijo Bedoya en una columna en el diario en el que trabaja, El Tiempo, dirigida a la vicepresidenta.
El Gobierno colombiano oficializó a finales del mes pasado el nuevo Ministerio de Igualdad y Equidad que contará con cinco viceministerios (Mujeres; Juventud; Poblaciones y Territorios Excluidos; Diversidades y Pueblos Étnicos y Campesinos), de los que aún no se ha conocido nombres.
Bedoya, quien consiguió en 2021 que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) fallara en contra del Estado colombiano por haber permitido su secuestro, tortura y violencia sexual cuando en 2000 fue a hacer un reportaje en la cárcel La Modelo de Bogotá, es un referente en derechos de las mujeres.
Sin embargo, la periodista rechazó el puesto porque quiere "seguir caminando" al lado de la labor de la vicepresidenta "desde lo que le ha salvado la vida: el periodismo", alegó. "Mi compromiso con usted y con las mujeres no tiene reversa", le dijo a Márquez.
En la columna destaca su labor como activista por los derechos de las víctimas de violencia sexual y recuerda el discurso de apertura de la Cumbre Global para poner fin a la Violencia Sexual, en Londres en 2014, donde intentó reunir todo el trauma de mujeres tanto en Ruanda como las del Pacífico colombiano.
"Quise poner en mi voz la fuerza de ellas, de las de aquí y las de allá, porque su valor era y es hoy la motivación para millones", explicó Bedoya, a quien se le acercaron varias mujeres negras tras el acto y lejos de criticarla por ser blanca y tomar la voz del pueblo negro le dijeron: "Pensamos que ibas a dar un discurso de lástima con nosotras, y lo que vi y sentí fue la voz potente de una mujer negra, en el cuerpo pequeño de una blanca. ¡Gracias!".
"Me recordó la necesidad de caminar al lado de y no delante de; me enseñó que nunca se debe pretender ser la voz de alguien, y propender a potenciar la voz de alguien. Me recordó que la única forma de dar el paso para cambiar realidades es intentar encontrarse en las diferencias y no en las similitudes, porque el reto es cohabitar entendiendo que somos diferentes", estimó la periodista.
Por ello pone esperanza en el nuevo ministerio que es "una entidad soñada por muchas, muchos, y con otro número considerable de detractores", a pesar de que "aún no ve la luz porque está en plena construcción, pero ya recibe el látigo inclemente de quienes creen que es mucho presupuesto para atender a las mujeres".