Brasilia, 12 jul (EFE).- El Gobierno del progresista Luiz Inácio Lula da Silva puso fin este miércoles a un programa implantado por el exmandatario Jair Bolsonaro que promocionó la creación de las llamadas "escuelas cívico-militares", informaron fuentes oficiales.
La decisión fue tomada después de que el Ministerio de Educación dijo "no haber comprobado la eficacia" del programa impulsado por el líder de la ultraderecha y capitán de la reserva del Ejército, quien sostenía que en las escuelas se debía "imponer la jerarquía", como "se hace en los cuarteles".
Entre 2019 y 2022, bajo el Gobierno de Bolsonaro, fueron abiertas en el país 216 escuelas cívico-militares, en las cuales la gestión educativa estaba a cargo de profesionales del área, pero lo relativo a la administración y los llamados "códigos de conducta" era responsabilidad de personal vinculado a las Fuerzas Armadas.
Según el Ministerio de Educación, en esas escuelas habrá a partir de ahora "una transición cuidadosa de actividades, que no comprometa el cotidiano" de los alumnos y profesores, y que durará hasta el fin del presente año lectivo, cuando esos colegios volverán a tener la misma disciplina de todos los inscritos en la red pública.
Los militares que trabajaban en esas escuelas, de acuerdo a la decisión, serán reubicados progresivamente en otras funciones, pero dentro del cuadro de las Fuerzas Armadas.
Cuando Bolsonaro anunció ese programa, en 2019, afirmó que uno de los objetivos era que las escuelas dejaran de "formar militantes políticos" y pasaran a educar "para el trabajo", con "la disciplina" propia de los cuarteles.
Las escuelas cívico-militares también fueron presentadas como una "herramienta" contra el "marxismo cultural" que, según el líder de la ultraderecha, domina el pensamiento y la educación desde hace décadas.
La enseñanza fue una de las áreas más conflictivas para el Gobierno de Bolsonaro, quien en sus cuatro años en el poder tuvo igual número de ministros al frente de la cartera de Educación.