Bogotá, 4 julio. Treinta migrantes chinos fueron rescatados por la Armada de Colombia a una milla náutica de Cabo Tiburón, en el extremo más al norte del departamento del Chocó, cuando intentaban cruzar hacia Panamá en su travesía migratoria, informaron las autoridades este martes.
La lancha fue interceptada en su intento por cruzar la frontera colombiana con destino a Panamá, después de que una Unidad de Reacción Rápida de la Estación de Guardacostas de Urabá detuviera una "embarcación sospechosa que navegaba por aguas del Golfo de Urabá".
A bordo de la nave, pilotada por tres hombres de nacionalidad colombiana, viajaban una treintena de personas de nacionalidad china, entre las que se encontraban cuatro mujeres.
Según informó la institución castrense, "la embarcación no estaba autorizada y no contaba con las condiciones mínimas de seguridad para hacerse a la mar, por lo cual fue remolcada por los uniformados hasta el muelle de la Estación de Guardacostas de Urabá" en el municipio de Turbo, departamento de Antioquia (noroeste).
"En puerto seguro, se verificó el estado de salud de los extranjeros rescatados, quienes posteriormente fueron puestos a disposición de Migración Colombia", detalló la Armada.
Por su parte, los tres sujetos que llevaban la lancha "fueron capturados y puestos a disposición de las autoridades competentes" donde deberán enfrentar cargos por tráfico ilegal de personas.
AUMENTO DE LA MIGRACIÓN HACIA PANAMÁ
La selva del Darién, la salvaje frontera natural entre Panamá y Colombia, fue cruzada por 196.370 migrantes irregulares en el primer semestre de este año 2023, una cifra inédita y que casi cuadruplica a los 49.452 del mismo período de 2022, según datos oficiales panameños a los que tuvo acceso EFE.
Abril fue el mes con el mayor número de viajeros entrando a Panamá por la selva en su travesía irregular hacia Norteamérica, con 40.297 personas, es decir, 6,5 veces más que los 6.134 del mismo mes de 2022.
El flujo migratorio sin precedentes que se registra en el continente americano se debe a la huida de miles de personas de crisis económicas y políticas, de la violencia o de los efectos del cambio climático en las poblaciones, y está vinculado al tráfico de personas, el negocio ilegal más lucrativo actualmente según expertos internacionales.