Nueva York, 29 may. Este lunes y martes Nueva York vuelve a disfrutar de uno de sus mejores atardeceres gracias al llamado "Manhattanhenge", un fenómeno que se produce cuando la puesta de sol se alinea con la cuadrícula en la que se disponen las calles del centro de la ciudad.
Esa coincidencia deja cada año espectaculares imágenes del sol "encañonado" entre los rascacielos de la Gran Manzana y es una cita fija para miles de aficionados a la fotografía, que se agolpan en los puntos con mejor visibilidad para capturar sus instantáneas.
Este lunes, al mirar al oeste en la cuadrícula de Manhattan podrá verse al atardecer medio disco solar perfectamente enmarcado por las calles, mientras que el martes podrá disfrutarse de una vista completa del sol.
Las previsiones meteorológicas -con días despejados- y la fecha -hoy es festivo en Estados Unidos- hacen de este año un momento especialmente bueno para presenciar el fenómeno.
El "Manhattanhenge", que recibe su nombre por un juego de palabras con el monumento prehistórico de Inglaterra Stonehenge, se produce cuatro días cada año y en esta ocasión se repetirá el 12 y el 13 de julio.
Las fechas varían cada año dado que la cuadrícula por la que están trazadas las calles de Manhattan está inclinada unos 30 grados al este. Si el diseño estuviera alineado perfectamente norte-sur, el fenómeno se produciría con los equinoccios, según apunta el conocido astrofísico y escritor estadounidense Neil deGrasse Tyson en un artículo para el Museo de Historia Natural de Nueva York.
Aunque otras ciudades diseñadas en cuadrícula tienen momentos parecidos, la altura de los edificios de Manhattan y el hecho de que desde muchos puntos hay vistas sin obstrucción del horizonte en dirección al río Hudson hacen de la estampa que se da en Nueva York algo único.
Según los expertos, los mejores puntos para presenciar el espectáculo son las calles más anchas de Manhattan en dirección este-oeste (14, 23, 42 y 57).