Por Emma Farge
GINEBRA (Reuters) - Los refugiados sudaneses están llegando a Chad tan rápidamente que será imposible reubicarlos a todos en lugares más seguros antes de que empiece la estación de lluvias a finales de junio, declaró el martes un alto cargo de la Cruz Roja, que alertó del riesgo de una catástrofe.
Entre 60.000 y 90.000 personas han huido de Sudán al vecino Chad desde que estalló la violencia el mes pasado, según informó esta semana la agencia de la ONU para los refugiados. Decenas de miles se han concentrado en un campamento improvisado en un pueblo llamado Borota, donde Pierre Kremer, de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC, por sus siglas en inglés), se encontraba la semana pasada.
"Sabemos que no podremos reubicarlos a todos antes de la temporada de lluvias", declaró Kremer en una rueda de prensa celebrada en Ginebra por videoconferencia desde Nairobi. "Ahora es un poco una carrera para reubicar a todos los que podamos (...). Corremos el riesgo de un gran desastre humanitario en esta zona".
Se prevé que el acceso a la zona será difícil cuando empiece la temporada de lluvias, que da lugar a los grandes arroyos conocidos como "uadis", cortarán el paso a los suministros.
Alrededor del 80% de los que llegan a Chad son mujeres y niños, muchos de los cuales han sido separados de sus padres al huir de Darfur, donde en las últimas semanas se ha extendido la violencia entre facciones enfrentadas en la capital.
Kremer dijo que se han registrado picaduras de serpientes y escorpiones entre los refugiados que duermen en el suelo.
La agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) ha dicho que está intentando trasladar a los refugiados que se reúnen en las zonas fronterizas a campos de refugiados ya existentes en Chad y establecer cinco nuevos.
Eujin Byun, portavoz del ACNUR en Chad, declaró a Reuters que muchos de los refugiados han perdido a familiares y sus casas han sido incendiadas. A menudo, las adolescentes viajan solas con sus hijos.
"Me siento abrumada al verlos", dijo. "Hay muchos niños y es realmente desgarrador porque no saben dónde están sus padres".
(Reporte de Emma Farge; Edición de Nick Macfie; editado en español por Darío Fernández)