Por Andrea Shalal
NIIGATA, Japón (Reuters) - La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, instó el jueves al Congreso estadounidense a elevar el límite de la deuda federal de 31,4 billones de dólares, a fin de evitar un impago sin precedentes que afirmó desencadenaría una recesión económica mundial y podría socavar el liderazgo económico mundial de su país.
Yellen lanzó estas nuevas advertencias en unas declaraciones preparadas para una rueda de prensa previa a una reunión en Japón con sus homólogos del Grupo de los Siete (G7), así como India, Indonesia y Brasil.
"Un impago pondría en peligro los avances que tanto nos ha costado conseguir en los últimos años en nuestra recuperación de la pandemia. Y desencadenaría una recesión mundial que nos haría retroceder mucho más", afirmó.
"También supondría el riesgo de socavar el liderazgo económico mundial de Estados Unidos y plantearía dudas sobre nuestra capacidad para defender nuestros intereses de seguridad nacional"
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el miércoles que si el Congreso de EEUU no actúa antes de que el Tesoro se quede sin dinero para pagar las facturas del Gobierno —algo que podría ocurrir ya el 1 de junio—, se corre el riesgo de sumir a la economía estadounidense en una recesión.
Yellen dijo que las maniobras de los republicanos en este asunto equivalían a una "crisis de nuestra propia cosecha" y que la mera amenaza de un impago podría llevar a una rebaja de la calificación crediticia del Gobierno de Estados Unidos, como ocurrió durante la lucha por el techo de la deuda en 2011.
Según Yellen, esto podría elevar los tipos de interés de las hipotecas, los pagos de automóviles y las tarjetas de crédito, y señaló que los tipos ya estaban subiendo en el caso de la deuda que vence en torno al 1 de junio.
Biden, demócrata, insiste en que el Congreso tiene el deber constitucional de elevar el techo de la deuda, que refleja el dinero federal gastado anteriormente, sin condiciones, pero los republicanos, que controlan la Cámara de Representantes, han vinculado cualquier aumento del límite de la deuda a amplios recortes presupuestarios.
A diferencia de la mayoría de los países desarrollados, Estados Unidos establece un límite a la cantidad de endeudamiento estatal. Como el Estado gasta más de lo que ingresa, los parlamentarios deben elevar periódicamente ese tope.
Yellen también expuso sus prioridades para la reunión del G7, entre las que se incluyen acciones individuales y conjuntas para fortalecer la economía mundial y reducir la inflación, redoblar el compromiso de ayudar a Ucrania a defenderse de la invasión rusa, y esfuerzos a más largo plazo para impulsar la resistencia económica.
A pesar de los riesgos a la baja, Yellen afirmó que la economía mundial sigue estando en mejor situación de lo que muchos habían pronosticado hace seis meses, ya que la mayoría de los países del G7 han registrado un descenso de la inflación en términos anuales y han mejorado las previsiones de crecimiento.
Estados Unidos había tomado medidas para reforzar la confianza en su sistema bancario tras la quiebra de tres bancos regionales, dijo Yellen, además de promulgar leyes para invertir en infraestructuras, energías alternativas y chips semiconductores.
Pero también es fundamental ayudar a los países en desarrollo, dijo, y añadió que los miembros del G7 coordinarían sus esfuerzos para impulsar un tratamiento "oportuno y completo" de la deuda de los países con problemas de endeudamiento. Yellen ha acusado repetidamente a China, el mayor acreedor soberano del mundo, de dar largas al asunto.
Yellen dijo que también trabajaría con sus homólogos del G7 para crear una mayor resistencia económica a largo plazo, impulsando la producción nacional de bienes esenciales y ayudando a los países en desarrollo a ampliar su participación en las cadenas de suministro mundiales.
Ello implica ayudar a estos países a abandonar "las industrias exclusivamente extractivas para dedicarse a actividades que proporcionen un mayor apoyo a la economía nacional y al empleo", afirmó.
Yellen no dio detalles, pero dijo que el trabajo se basaría en los 600.000 millones de dólares en inversiones en curso a través de la Asociación para la Infraestructura y la Inversión Mundial del G7, cuyo objetivo es movilizar capital riesgo hacia proyectos de infraestructura en los países en desarrollo.
El G7 —que agrupa a EEUU, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá— también seguirá trabajando para mitigar los riesgos geoestratégicos y contrarrestar la coerción económica, dijo Yellen, citando un discurso del mes pasado en el que dijo que Washington haría frente a las acciones chinas para dominar a los competidores extranjeros.
(Reporte de Andrea Shalal en Niigata; edición de William Mallard; editado en español por Tomás Cobos)