Madrid, 10 may. El Banco de España calcula que el crecimiento económico español se situará en torno al 2 % en 2023, por encima del 1,6 % que preveía en marzo y más cerca del 2,1 % que mantiene el Gobierno, debido a que la actividad se ha mostrado "más resistente" y a las señales "de un renovado dinamismo" en los primeros meses del año.
Esta es una de las conclusiones del informe anual de la entidad, publicado este miércoles, en el que se detalla que en ese avance esperado del producto interior bruto (PIB) contribuyen factores como la moderación de la inflación, la desaparición de las disrupciones en las cadenas productivas globales y el despliegue de los fondos europeos.
La reapertura de la economía, las medidas de apoyo desplegadas por las autoridades, el dinamismo del mercado de trabajo y el buen comportamiento del sector exterior son otros de los elementos en los que se ha apoyado la resistencia de la actividad económica, según explicó el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán.
El PIB español prácticamente ha recuperado su nivel prepandemia en "términos cualitativos", ya que se sitúa tan solo 0,2 puntos porcentuales por debajo, dijo Gavilán, aunque reconoció que el consumo privado y la inversión "todavía permanecen por debajo de sus niveles" de 2019.
El Banco de España apunta en su informe a riesgos como "la posibilidad de que se produzcan nuevos episodios de inestabilidad geopolítica global" o "nuevas alzas de los precios de la energía", además de posibles tensiones financieras que puedan derivarse del endurecimiento de la política monetaria.
Respecto a la inflación, Gavilán señaló que, aunque las presiones inflacionistas se están moderando y el pico del episodio "parece haber quedado atrás", la subyacente y la de los alimentos "muestran todavía una elevada resistencia a la baja".
En España la inflación se situó en el 4, 1 % en abril, una de las más bajas de la zona euro, que en ese mes se situó en el 7,0 %.
En cuanto a las pensiones, cuyo sistema se acaba de reformar, el Banco de España considera que se necesitarán nuevas medidas a partir de 2025 para reforzar su sostenibilidad financiera y se deberán afrontar "mayores obligaciones de gasto a largo plazo que no han sido plenamente compensadas por el lado de los ingresos".
El pasado mes de marzo, el Gobierno español aprobó una reforma de las pensiones en la línea que reclamaba la Comisión Europea, que incluye medidas para aumentar los ingresos, con una subida progresiva de la base máxima de cotización y un aumento en las cotizaciones sociales desde este año, para pasar progresivamente del 0,6 % al 1,2 %.
Todo ello para garantizar la viabilidad del sistema en un país que aumentará el número de pensionistas a medida que se jubile la conocida como generación del "baby boom", cuando en España nacieron unos catorce millones de niños entre 1958 y 1977. EFE
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