Budapest, 27 abr. Hungría se prepara para la visita del papa Francisco que desde este viernes hasta el domingo permanecerá en Budapest, con fuertes medidas de seguridad y con mensajes políticos por parte del Gobierno ultranacionalista y de organizaciones independientes.
Según la agenda oficial, Francisco se encontrará brevemente con los representantes del Gobierno y del Estado de Hungría, así como con los líderes y miembros de la iglesia católica del país.
El papa tiene previsto varios encuentros con jóvenes, refugiados, pobres y también celebrará una misa en la céntrica plaza Kossuth donde se espera que Francisco aborde también el tema de la guerra en Ucrania.
El primer ministro, el ultranacionalista Viktor Orbán, que critica las políticas de sus aliados de la OTAN y la Unión Europea (UE) en relación con Ucrania, ha asegurado varias veces en los últimos meses que "en Europa solo Hungría y el Vaticano quieren una paz inmediata".
"La postura del Gobierno y el papa sobre la paz es similar", aseguró recientemente el vice primer ministro húngaro, Zsolt Semjén, responsable de la gestión de la visita de Francisco, que al mismo tiempo afirmó que el santo padre "ha expresado que valora las políticas de familia del Gobierno húngaro".
Las políticas familiares del Gobierno de Orbán se basan en la percepción cristiana y conservadora del matrimonio, y consideran la familia como el cimiento de la sociedad.
Se espera que Francisco, entre otros temas, haga un llamamiento a que Europa afronte unida la crisis migratoria, que es un punto en que su postura es contraria a la de Orbán, que si bien ha aceptado refugiados ucranianos, se opone a cualquier tipo de inmigración.
En este sentido, la organización internacional por derechos humanos Human Rights Watch aseguró recientemente que el papa durante su estadía en Hungría debería hablar de las violaciones de los derechos de los refugiados en el país centroeuropeo.
"La actitud hostil del Gobierno húngaro frente a los inmigrantes y refugiados es contraria a los mensajes del papa", afirmó HRW.
Por otra parte, la organización reformista dentro del catolicismo húngaro "Szemlélek" inició hace pocos días una campaña online y en la vía pública que recoge frases de Francisco sobre temas relacionados a políticas polémicas de Orbán.
De esta manera se cita, entre otros, el rechazo de Francisco al populismo que asegura defender la civilización cristiana de supuestos enemigos o sobre el apoyo a los inmigrantes.
Los alrededores del Parlamento y en particular la plaza Kossuth, donde Francisco celebrará una misa el domingo, permanecen cerrados al público desde hace días, así como otras zonas de la ciudad.
Igualmente, ya desde el jueves se ha prohibido el aparcamiento a lo largo de todas las rutas que la delegación papal recorrerá entre el viernes y el domingo.
Para facilitar que los fieles puedan acceder a los eventos, el transporte público, sea trenes y autobuses, será gratuito. EFE
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