(Bloomberg) -- La economía de China creció durante el primer trimestre al ritmo más rápido en un año, lo que pone a Pekín en camino a cumplir su objetivo de crecimiento para el año sin agregar un estímulo importante, al mismo tiempo que ayuda a proteger a la economía global frente a una recesión.
El producto interno bruto se expandió un 4,5% el último trimestre en términos interanuales, según mostraron datos oficiales el martes, superando las expectativas de los economistas. En marzo, las ventas al por menor se dispararon un 10,6% respecto del año previo, el mayor incremento mensual desde junio de 2021.
Los datos alentadores brindan una base para que el Gobierno de China cumpla o supere su objetivo de crecimiento del PIB de alrededor del 5% para el año. Eso haría que China, junto con India, sean los mayores contribuyentes al crecimiento mundial en 2023, y que represente aproximadamente la mitad de la expansión global, según el Fondo Monetario Internacional.
El sólido informe del PIB llevó a Citigroup Inc. y Société Générale SA a mejorar sus pronósticos de crecimiento de China para todo el año a 6,1% y 6% respectivamente. S&P Global Ratings también dijo que es posible que eleve su proyección actual del 5,5%.
“Esa recuperación del consumo debería brindar cierto consuelo a los encargados de formular la política monetaria y probablemente los empujará un poco más en la dirección de no querer aplicar una cantidad significativa de estímulo macroeconómico y comenzar a pensar en atenuar la generosidad de la política monetaria”, dijo Louis Kuijs, economista jefe de S&P para Asia Pacífico. “Creo que se mantendrá el impulso de crecimiento”.
Aun así, los datos de marzo mostraron que la recuperación de China a partir de 2022 —cuando los bloqueos por el covid y una caída del sector de las propiedades arrastraron el crecimiento del PIB al segundo ritmo más débil desde la década de 1970— será gradual en lugar de “en forma de V”.
El crecimiento de la producción industrial se mantiene por debajo de las tasas previas a la pandemia, mientras que la inversión inmobiliaria continuó contrayéndose, a pesar de que las ventas de viviendas han comenzado a expandirse nuevamente. La debilidad del sector de construcción de bienes raíces fue compensada en cierta medida por un aumento en la inversión en infraestructura liderada por empresas estatales.
El mercado laboral y el crecimiento de los salarios tampoco han vuelto a la normalidad. Los ingresos de los residentes urbanos crecieron solo un 2,7% en términos ajustados por inflación durante el primer trimestre con respecto al año anterior, muy por debajo de las tasas de crecimiento superiores al 5% en los años previos a la pandemia. La tasa de desempleo juvenil subió a cerca de un récord, mientras que la tasa de desempleo urbano a nivel nacional se mantuvo elevada.
Los mercados financieros estuvieron relativamente tranquilos después del informe del PIB. El índice de referencia de acciones CSI 300 cerró con un alza intradiaria de 0,3%, mientras que el yuan extracontinental subió un 0,1%. El rendimiento de los bonos del Gobierno de China a 10 años cayó 1 punto base a 2,83%.
China sigue siendo crucial para la economía mundial este año, mientras que Estados Unidos y Europa enfrentan dificultades debido a factores como los altos costos de la energía y una inflación al consumidor que supera el aumento de los salarios, lo que limita el gasto de los consumidores. China será el principal contribuyente al crecimiento global durante los próximos cinco años, y su participación será del doble que la de EE.UU., según cálculos de Bloomberg basados en datos del FMI.
La producción industrial de marzo se vio impulsada por los productos básicos, y el cemento registró el mayor aumento en dos años, lo que subraya una mayor demanda del sector de la construcción. Por su parte, un fuerte crecimiento de las ventas minoristas sugiere que “no hay una necesidad inmediata de estímulo fiscal para apoyar a los consumidores”, dijo Iris Pang, economista jefe para China en ING Group NV. El crecimiento de las ventas de ropa en marzo, la medida favorita de Pang del apetito de consumo de los hogares, fue el más alto en casi dos años.
No obstante, otros indicadores publicados este mes han proporcionado señales contradictorias sobre la recuperación: el crédito y las exportaciones aumentaron en marzo, pero la inflación se mantuvo débil. Si bien esto último es generalmente una señal de una demanda interna moderada, los economistas de Goldman Sachs Group Inc. argumentan que las débiles cifras de inflación pueden indicar que el crecimiento de la demanda está siendo superado por una recuperación de la oferta.
Nota Original:China’s Consumer-Driven Growth Gives Boost to Global Economy (1)
(Corrige nombre de ING Group NV en párrafo penúltimo)
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