España estudia la dimensión del "fichaje" de investigadores en Arabia

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Alicante/Girona (España), 19 abr. El Gobierno de España estudiará la "dimensión del problema" en relación a si Arabia Saudí habría pagado a once científicos españoles para supuestamente hacer trampas en el "ranking" de Shanghái de las mejores universidades del mundo, según avanzó hoy el ministro del ramo, Joan Subirats.

El ministerio de Universidades español está en contacto con el de Ciencia para poder determinar "cuál es la dimensión del problema", después de que el diario El País adelantara que Arabia Saudí habría pagado a científicos españoles por figurar como trabajadores de sus universidades y de ese modo subir en los "rankings" educativos.

Las universidades saudíes estarían, según la información del citado diario, ofreciendo partidas a investigadores muy citados de todo el mundo para que cambien su principal lugar de trabajo en una de las bases de datos que utiliza el citado listado educativo.

Once investigadores españoles y doce chinos, entre otros, habrían hecho constar falsamente que su trabajo principal lo desarrollan en universidades de Arabia Saudí para empujar artificialmente a instituciones educativas de ese país en el "ranking" académico de Shanghái, y algunos habrían recibido dinero por ello.

"Hemos visto que afecta a unos elementos concretos. Es evidente que hay una mala utilización de los criterios numéricos a la hora de valorar la calidad de la docencia", señaló el ministro.

La Agencia EFE habló hoy con la investigadora bosnia Mira Petrovic, que trabaja en España desde 1999, que desveló una oferta saudí de 70.000 euros para vincular falsamente su labor a una universidad de aquel país, algo que ella rechazó.

El objetivo era utilizar el prestigio de Petrovic, una química ambiental que es un referente internacional en análisis de contaminantes en el agua, para que la Universidad Rey Saúd de Riad mejorase su clasificación en la lista de Shanghái, que valora este tipo de centros educativos en todo el mundo.

Petrovic explicó en una entrevista con EFE que, hace unos tres años, recibió un correo electrónico de un colega español "conocido" para iniciar el contacto y que sabe de catedráticos que intermedian en este tipo de asuntos.

En su caso, "el primer correo era un poco vago", pidiendo sólo hablar con ella "de una colaboración" de la que aceptó hablar pensando que respondía a algún proyecto, "porque en Arabia Saudí hay temas que pueden ser de interés" en su campo, relacionado con las aguas residuales.

Tras varios intercambios de correos, desde aquel país le explicaron que sólo tenía que cambiar su nombre, que les enviase un comprobante -de vinculación a la universidad Rey Saúd- y, después, le pagarían, relata, para asegurar que rechazó la oferta.

"Nunca llegué a hablar de condiciones ni de dónde se pagaba ni nada", precisa, para insistir en que, aunque han aparecido otros casos, en el suyo sólo les interesaba esa "oferta directa" para que su nombre apareciese en el listado de investigadores del centro saudí "y cobrar por ello".

Mira Petrovic sabe de ese objetivo último de posicionar a aquella universidad en la clasificación mundial y puntualiza que "podrían invertir este dinero en investigación en su país, pero pasan diez, quince o veinte años en producir y en tener científicos que lleguen a un alto nivel, así que abogaron por un atajo".

Sus 70.000 euros de bonificación estaban sujetos a un contrato de un año que se renovaría si ella mantenía su nombre en la lista de profesores de prestigio mundial Highly Cited Researchers, porque contar con sus integrantes ayuda a los centros a subir peldaños.

El "Ranking Académico de Universidades Mundiales" (ARWU), elaborado por la Universidad de Jiao Tong (Shanghái), es una de las clasificaciones más conocidas internacionalmente que incluye a las mayores instituciones de educación superior del mundo.

Uno de los factores decisivos para ocupar los primeros puestos del listado es la actividad investigadora.

Se destaca el número de ganadores del Nobel y la cantidad de profesores incluidos en los Highly Cited Researchers, una lista elaborada por la empresa inglesa Clarivate con los 7.000 científicos de todo el mundo cuyos estudios son más citados por otros colegas. EFE

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