Laura Ramírez
Huelva (España), 2 abr. Santa Teresa de Calcuta, el rey Felipe VI, Richard Nixon o Antonio Machín tienen una conexión desconocida para muchos en el Museo del Rosario de Aroche (Huelva), al que, en algún momento, donaron un ejemplar para colaborar con un espacio único en el mundo, que es también punto de encuentro de religiones.
Su impulsor, allá por los años 60 del siglo pasado, fue Paulino Díaz Alcaide, vecino de este municipio de alrededor de 3.000 habitantes enclavado en el corazón del Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, en el sur de España.
Díaz Alcaide, que fue durante 61 años organista en la Iglesia Parroquial y devoto del rezo diario del rosario, decidió coleccionar estos cordones y escribió más de 5.000 cartas pidiendo donaciones a personas e instituciones de la época, tanto nacionales como internacionales.
Lo que estaba concebido como una colección particular, fue en aumento gracias a las respuestas a esas misivas, por lo que en 1967 decidió poner en marcha el museo con unos 1.200 rosarios, explica a EFE Luisi Maestre, guía de este espacio.
El paso de los años, la muerte de su fundador y la donación del museo por parte de sus herederos al Ayuntamiento de Aroche, hizo que el espacio cambiara esa inicial vocación y se abriera a otras religiones que también cuentan con rosarios como cordón de oración, como la budista, la hinduísta, la islámica y la ortodoxa.
La abundancia de donantes, conocidos y anónimos, y la ampliación de religiones permitió que a día de hoy la colección ronde ya los alrededor de 3.000 rosarios, con la incorporación de unos 700 en el último año, con donaciones de todo el mundo, señala Maestre.
A ello contribuye que el museo fuera incluido en el Libro Guinness de los Récords en 1967, lo que impulsó su promoción mundial.
Todos ellos pueden verse en el Convento de la Cilla. Allí, en diferentes vitrinas se exhiben las donaciones de esas ilustres personalidades acompañados de sus fotos y de las cartas que enviaron junto a su rosario.
La lista es extensa: Richard Nixon, los Príncipes de Mónaco, la reina Victoria Eugenia de España, la reina Fabiola de Bélgica, Antonio Machín, Santa Teresa de Calcuta, los reyes eméritos de España, Juan Carlos y Sofía, el actual monarca, Felipe VI (cuando aún era Príncipe de Asturias), o el Papa Francisco y sus tres antecesores, entre muchos otros.
Los enviados por el Papa Francisco y su antecesor, Benedicto, son dos de las incorporaciones más recientes.
También hay espacio para los que no llegaron a mandar rosarios, como es el caso de Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, exhibiéndose la carta de respuesta a la petición de donación en la que nunca incluyó el cordón.
La propia singularidad y relevancia que al museo otorgan estos personajes y la presencia de múltiples religiones aumenta si se observan los materiales de los rosarios expuestos, casi de "cualquiera que imagines", precisa la guía, como madera, hilo, semillas, espinas de pescado, huesos de pollo o de pez espada, resinas o cerámica.
Una extensa lista que permite dar forma a estos cordones desde la mayor simpleza a la más absoluta complejidad, con detalles muy cuidados que los elevan a la categoría de auténticas obras de arte. EFE
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