Por Crispian Balmer
CIUDAD DEL VATICANO, 31 mar (Reuters) -El papa Francisco bautizó el viernes a un bebé y saludó a varios niños en el hospital Gemelli de Roma, mientras parecía recuperarse rápidamente de una bronquitis por la que se hospitalizó a principios de semana.
Se espera que el papa Francisco abandone el hospital el sábado, a la espera de los resultados de sus últimas pruebas médicas, y participe en un servicio religioso del Domingo de Ramos al día siguiente, dijo el Vaticano el viernes.
El papa, de 86 años, fue trasladado al hospital Gemelli de Roma hace dos días tras quejarse de dificultades respiratorias. Se le diagnosticó bronquitis y ha respondido bien a una infusión de antibióticos, según ha informado el equipo médico.
Para destacar la mejoría de la salud del papa, el Vaticano difundió el viernes por la tarde un video en el que se ve al pontífice de pie y bautizando a un bebé que estaba en una cuna de hospital. En otra fotografía, Francisco aparece entregando un huevo de Pascua a un niño.
Según el Vaticano, el pontífice estuvo unos 30 minutos en la unidad de niños enfermos de cáncer antes de volver a su habitación.
El decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re, ha dicho que un cardenal ayudará al Papa durante las celebraciones de la semana y se ocupará de las tareas del altar.
La Semana Santa incluye una apretada agenda de rituales y ceremonias que pueden resultar físicamente agotadoras, incluida una procesión nocturna del Viernes Santo por el Coliseo de Roma.
El papa también se vio obligado a quedar al margen de actos de la pasada Pascua, debido a un persistente dolor en la rodilla, y algunos cardenales celebraron algunas de las misas en su lugar.
Francisco, que celebró el décimo aniversario de su pontificado a principios de este mes, ha sufrido una serie de dolencias en los últimos años. Fue hospitalizado por última vez en julio de 2021, cuando le extirparon parte del colon en una operación destinada a tratar una dolorosa enfermedad intestinal llamada diverticulitis.
"Las pruebas y las fatigas de la vida —vividas en la fe— contribuyen a purificar el corazón, a hacerlo más humilde y, por tanto, más dispuesto a abrirse a Dio", tuiteó el papa el viernes.
(Escrito por Crispian Balmer, Gavin Jones y Alvise Armellini; editado en español por Manuel Farías)