(Bloomberg) -- El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, insistió en que es inocente de un cargo de corrupción formulado por la oposición, calificando las acusaciones y una iniciativa para destituirlo como un intento de robar el poder.
El juicio político “un intento desesperado, atemporal y violento de robar” de tomar el poder y atacar la estabilidad democrática, dijo Lasso a la nación el jueves por la noche en un discurso pregrabado, horas antes de que una comisión del Congreso tome un caso de juicio político en su contra.
El presidente de 67 años enfrenta una destitución de su cargo menos de dos años después de iniciar su mandato, luego de que la Corte Constitucional votara el miércoles por enviar un caso en su contra al Congreso.
El tribunal redujo las acusaciones en su contra a una revisión de un controvertido contrato con la empresa estatal de transporte de petróleo FLOPEC.
“Me acusan presuntamente de abusar de fondos públicos para beneficio propio cuando aún no era presidente de la República. ¿Qué tengo que ver con un contrato de 2018? Ni siquiera existe una investigación de la Fiscalía sobre ese tema”, dijo Lasso, quien asumió el cargo en 2021.
Un comité clave del Congreso se reúne el viernes a las 9:30 a.m., hora local, para revisar la decisión de la corte y comenzar la siguiente etapa del procedimiento. Se espera que pasen al menos seis semanas antes de que los legisladores puedan votar. Se necesita una mayoría de dos tercios para reemplazarlo por el vicepresidente Alfredo Borrero.