Las enfermedades en la cabeza han alejado al legendario actor de Hollywood, Bruce Willis, de los escenarios. Primero, su familia anunció que dejaría la actuación tras ser diagnosticado de afasia, un trastorno cerebral que conduce a problemas para hablar, leer y escribir.
Ahora, casi un año después de este primer anuncio, la familia del protagonista de la exitosa saga de “Duro de Matar, informó sobre un nuevo diagnóstico: demencia frontotemporal.
¿Qué es la demencia frontotemporal?
Hay tres diferentes tipos de demencia y la frontotemporal afecta las regiones en el frente y los lados del cerebro. Debido a que causa problemas de comportamiento y comunicación, la afasia puede ser uno de sus síntomas.
Es causada por daños en las neuronas, las células encargadas de transportar la información en el cerebro, pero las razones subyacentes para casos en particular suelen ser indeterminadas.
La gente con historial familiar de la enfermedad puede desarrollarla. La enfermedad es rara y tiende a ocurrir a una edad menor que otras formas de demencia, entre los 45 y los 65 años.
Las enfermedades frontotemporales y la demencia frontotemporal suelen ser referidas en inglés como FTD y en español como DFT.
¿Cuáles son otros síntomas de la demencia frontotemporal?
Los síntomas pueden incluir problemas emocionales y dificultades físicas, como problemas para caminar. Los síntomas tienden a empeorar con el tiempo, aunque la progresión varía de persona en persona.
El comunicado de la familia del actor señala que sus problemas de comunicación “son sólo un síntoma de la enfermedad que enfrenta Bruce”.
¿Se pueden tratar la demencia frontotemporal?
No hay tratamientos para reducir la velocidad o detener la enfermedad, pero algunas intervenciones pueden ayudar a controlar los síntomas.
Algunos pacientes reciben antidepresivos o medicinas para el Parkinson, que a veces comparte síntomas con la demencia frontotemporal. Muchos también trabajan con terapeutas del lenguaje para mejorar sus dificultades de comunicación y con terapeutas físicos para mejorar su movimiento.
La gente que padece la enfermedad puede tener mayor probabilidad de sufrir complicaciones por caídas, lesiones o infecciones. La esperanza de vida después de que surgen los síntomas es de siete a 13 años, según investigadores.