Ciudad de México, 15 feb. El libro "Jefas y jefes" retrata las crisis políticas de los últimos 25 años, cuando empezaron las elecciones locales, de los mandatarios de la capital mexicana, que ahora se disputan la presidencia del país, explicó en entrevista con EFE su autor, el periodista Alejandro Almazán.
Desde el presunto veto de Cuauhtémoc Cárdenas, el primer jefe de Gobierno electo del entonces Distrito Federal, a la candidatura de Porfirio Muñoz Ledo, hasta la delicada relación de la actual mandataria, Claudia Sheinbaum, con el feminismo, el gobierno de la capital ha estado siempre rodeado de polémicas.
También las sufrió el actual presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien ostentó el cargo capitalino de 2000 a 2005: "Él mismo lo dice, sus dos grandes crisis de gobierno fueron los videoescándalos (de sobornos) y el desafuero", dijo Almazán.
La elección de 1997, permitida por primera vez tras la reforma electoral ejecutada por el presidente Ernesto Zedillo (1994-2000) un año antes, significó la primera gran victoria electoral para la izquierda mexicana, entonces el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
"Esta ciudad es de izquierdas, le gustan los derechos. Y creo que la gente sigue creyendo en la izquierda", resaltó Almazán.
Pero el izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena), al que pertenecen tanto Sheinbaum como López Obrador, perdió en las elecciones intermedias de junio de 2021 la mayoría de las alcaldías internas de la capital, que pasaron a la oposición.
Preguntado por la posibilidad de que la izquierda pierda su hegemonía en la ciudad, el tres veces Premio Nacional de Periodismo aseguró que "cada elección es un riesgo" y barajó la posibilidad de que, como sucedió en las intermedias, Morena pierda fuelle en el próximo ciclo electoral, que comenzará en junio en los estados de Coahuila y Estado de México.
"Puede haber voto de castigo de sectores de la clase media y alta que odian el obradorismo", aventuró.
A los comicios presidenciales de junio de 2024 aspiran los últimos tres mandatarios de Ciudad de México: el ahora canciller Marcelo Ebrard y Sheibaum por parte de Morena, y Miguel Ángel Mancera, actual senador y jefe de Gobierno entre 2012 y 2018, por el PRD.
Aunque el hecho de haber gobernado la capital les otorga cierta exposición que podría jugar a su favor en la carrera presidencial, el autor alertó de que también supone un fuerte desgaste y quien más lo notará será la actual mandataria.
En el libro, editado por Grijalbo, Almazán entrevista en profundidad a Cárdenas, Rosario Robles (1999-2000), Alejandro Encinas (2005-2006), Marcelo Ebrard (2006-2012) y Mancera.
Y mientras con Sheinbaum tuvo un acercamiento fallido para que participase en la obra, con López Obrador se limitó a recopilar sus declaraciones.
EL METRO, UN PROBLEMA TRANSVERSAL
Uno de los principales damnificados de la libertad política que Ciudad de México ganó en 1997 fue su metro, que dejó de recibir fondos federales y comenzó un declive que se extiende hasta hoy, convirtiéndose en un problema transversal a todos los gobiernos.
"Cuando gana la izquierda, uno de los grandes problemas que enfrenta es el presupuesto", indicó el autor, quien aseguró que el gobierno de Zedillo trató de obligar a Cárdenas a votar a favor del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproba) a cambio de otorgarle el presupuesto solicitado.
"Y no votan por el Fobaproba y castigan a la ciudad. Y a partir de ahí, todos los años la castigaron", agregó.
El propio Ebrard, actual canciller, explica en el libro cómo, al solicitar a la Secretaría de Hacienda recursos para finalizar la línea 12, que en 2021 tuvo un accidente con 26 muertos, le exigieron a cambio que invitase al entonces presidente, Felipe Calderón (2006-2012), a la inauguración.
"Siempre ha habido esas condiciones en el presupuesto y ha afectado a la ciudad, porque necesita un techo de endeudamiento que casi nunca se lo dan", argumentó el periodista.
SHEINBAUM Y FEMINISMO
Uno de los capítulos que Almazán incluye en el libro no está escrito por él, sino por su mujer, la abogada y doctora en literatura Ingrid Urgelles, quien asegura que Sheinbaum no es realmente feminista y analiza su relación con el movimiento.
"Lo que veo, y retomo palabras de mi esposa, es que se ha criminalizado mucho a las marchas feministas y eso no debería ser así en un gobierno de izquierda", comentó.