WIDER IMAGE-Pueblo de pescadores en Cuba evalúa opciones a medida que cambia política de EEUU

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Por Dave Sherwood y Alexandre Meneghini

ISABELA DE SAGUA, Cuba 8 feb (Reuters) - En un pequeña mesa para vender café en Isabela de Sagua, un pueblo en el centro de Cuba, pescadores curtidos por el sol se reúnen con las primeras luces del día para hablar sobre el viento, la marea y, cada vez más, sobre nuevos detalles de la política migratoria de Estados Unidos.

El último giro es un programa de "libertad condicional" (Parole) anunciado a principios de enero que permite que 30.000 inmigrantes de Cuba, así como de otros países, ingresen a Estados Unidos cada mes siempre que presenten su solicitud en línea, encuentren un patrocinador financiero y paguen el pasaje aéreo.

"Todo el mundo lo comenta (...) La gente se desespera, se vuelven locos por irse", dijo Carlos Hernández, un pescador de 49 años a Reuters y añadió que el pueblo estaba perdiendo rápidamente su población a diario.

Este pueblo, en la costa norte central de Cuba, a solo 210 kilómetros al sur de los Cayos de Florida, está a punto de convertirse una vez más en un barómetro para medir el impacto de la política migratoria de Estados Unidos, según los residentes, que durante décadas han observado el flujo de migrantes desde las costas bordeadas de arena y manglares.

Isabela de Sagua ganó hace mucho tiempo un nombre como punto de partida para los migrantes marítimos, tentados por la proximidad al territorio estadounidense y las reglas que antes eran indulgentes con los cubanos que llegaban por mar.

Más recientemente se hizo popular una ruta terrestre, al norte de Nicaragua a través de América Central y México hasta la frontera con Estados Unidos. En 2022 se estima que más de 220.000 inmigrantes cubanos, cifra récord, fueron detenidos en la frontera de Estados Unidos, según estadísticas de Aduanas y Protección Fronteriza.

Ana María Mederos, de 59 años, que vende tazas de café a 10 pesos (8 centavos de dólar) en la terraza de su casa, dijo que los cubanos seguirán con rumbo al norte en busca de una vida mejor mientras la economía sigue en problemas.

"Ya el cubano tiene una idea de que aquí no se puede vivir, y se van a lanzar por donde quiera", dijo Mederos. Y señaló que ella misma no tuvo más remedio que quedarse y cuidar a un familiar enfermo.

"El que pueda lograr por esa vía está bien, pero hay muchos que no tienen la posibilidad (patrocinador) y se la van a jugar, como quiera, por frontera, por mar", agregó.

El Gobierno del presidente Joe Biden ha apostado a lo contrario. El nuevo programa de "libertad condicional" se introdujo en paralelo con la expansión de un proyecto para expulsar rápidamente a los migrantes que llegan ilegalmente.

En enero se reportó una caída del 97% en la llegada de migrantes a la frontera suroeste de Estados Unidos desde Cuba y otros tres países.

Los residentes del pueblo confirmaron que aquellos que acudían en masa a Nicaragua para probar suerte y viajar por tierra han cambiado en gran medida sus planes, y muchos optaron por el programa de "libertad condicional". Reuters habló con varios residentes, documentos en mano, que buscaban renovar pasaportes o preparar una solicitud para acogerse al programa.

Sin embargo, 20 estados de Estados Unidos, controlados por los republicanos, ya han tratado de bloquear ese programa a través de los tribunales, al calificarlo de "programa de amnistía ilegal" que empeorará la crisis migratoria.

Estados Unidos ha advertido que los cubanos que se lancen al mar desde puntos como Isabela de Sagua y traten de llegar al país podrían no ser elegibles para el nuevo programa de "libertad condicional".

Un portavoz de la Guardia Costera de Estados Unidos dijo a Reuters que la agencia no había calculado la cifra de inmigrantes cubanos interceptados en el mar desde el anuncio de la política de Biden el 5 de enero, aunque sostiene que repatrió a más de 200 inmigrantes marítimos cubanos en enero.

En la última semana de enero, los pescadores dijeron a Reuters que al menos dos grupos separados de migrantes habían salido de Isabela de Sagua por mar. Al menos un grupo había sido capturado y devuelto a suelo cubano, según comentaron.

Una mujer, que declinó ser entrevistada o revelar su nombre, dijo a través de la rendija de la puerta de su casa que había hecho un intento fallido por mar y que las autoridades estadounidenses la habían devuelto.

Un barco del servicio de Guardafronteras de Cuba patrulla la bahía frente a la costa de Isabela de Sagua, que está rodeada de cayos en su mayoría deshabitados.

Varios botes rústicos, construidos con techos de zinc y polietileno en el interior, ahora están detrás de una cerca metálica que protege Guardafronteras tras ser confiscados.

No hay estadísticas oficiales sobre cuántos migrantes han dejado las costas de Isabela de Sagua, pero en las calles desoladas una mañana de fin de semana se observaban casas y restaurantes cerrados, ambiente que insinúa el éxodo que se está produciendo. (Reporte de Dave Sherwood. Reporte adicional de Mario Fuentes y Alexandre Meneghini. Editado por Nelson Acosta y Javier Leira)

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