Madrid, 24 ene. La baronesa Thyssen, conocida como Tita, se declara "experta en arte", aunque no haya estudiado la materia en profundidad, y su marido el barón Heinrich Thyssen le aseguró que no le hacía falta porque "tenía ojo": "Nunca pensé que fuera a convertirme en coleccionista, comencé con Heini, por ayudarle".
"Siempre se especula con el arte. Dime un coleccionista que no lo haga. Heini (por Heinrich Thyssen-Bornemisza) siempre me decía que era la mejor inversión", ha dicho la aristócrata en una entrevista hoy en el programa "Viajando con Chéster", conducido por Risto Mejide y rodado en el Museo Carmen Thyssen de Málaga.
Carmen Cervera pone como ejemplo el "Mata Mua" de Gauguin, una pieza cuyo precio se ha multiplicado por cinco desde que llegó al Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid -2004-, según ha explicado.
Antes de que volviera a Madrid -tras una larga negociación con el Gobierno- le llegaron a ofrecer 300 millones de euros por la obra, ha asegurado.
La obra volvió al museo tras un largo proceso de negociaciones por el alquiler de los cuadros de su colección que todavía son de su propiedad. El conjunto es distinto al de su marido, que se vendió a España en los 90 y que conforma la colección permanente del Museo Thyssen Bornemisza de Madrid.
La colección del barón Thyssen llegó a España gracias a ella. "La colección vino a España porque yo era española", asegura la baronesa, a la que todo el mundo conoce como Tita.
La relación de Carmen Cervera con el arte comenzó muy pronto, junto a su madre, que la llevaba a museos cuando era muy pequeña y sin saber "el destino" que le esperaba después.
Décadas después, con su primera marido el actor estadounidense Lex Barker, también compraba obras de arte. Pero fue con el barón Thyssen con quien aprendió de arte y a ser coleccionista.
"Era espectacular como persona. Lo pasamos muy bien juntos", ha recordado la aristócrata sobre el que fue su último marido, aunque ha desvelado que le fue infiel durante su matrimonio.
"La infidelidad es dura, la deslealtad es lo que no soporto", ha puntualizado la aristócrata.
Gran parte de la entrevista se ha centrado en la relación con sus maridos y con su hijo Borja Thyssen, a quien reconoce que quiere "con locura", pero que su relación no es estrecha.
"Le he echado muchísimo de menos -ha señalado-, muchas veces me hubiera gustado que hubiera estado a mi lado, pero la vida es así".
Desde 1992, Carmen Cervera es residente en Andorra, paga impuestos como no residente en España por las cuatro casas que tiene en propiedad -en Marbella, Madrid, Barcelona y Costa Brava-. Reconoce que "alguna vez" se ha sentido maltratada por Hacienda, pero también que eso "son cosas del pasado".
En febrero del año pasado, Cultura y la baronesa firmaron un acuerdo por el alquiler de su colección de 6,5 millones de euros anuales durante 15 años.