Indultos complican al presidente chileno Gabriel Boric

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SANTIAGO (AP) — El indulto del presidente Gabriel Boric a 13 condenados por delitos comunes desató la peor crisis del gobierno desde su llegada al poder hace 10 meses y originó una división en el oficialismo sobre cómo enfrentar la elección de los consejeros que escribirán un nuevo proyecto de constitución.

Boric anunció los indultos el 30 de diciembre y desde ese día se han multiplicado las críticas de la oposición derechista y de líderes oficialistas que desaprobaron el momento en que se dieron a conocer: a sólo días de que el gobierno y la disidencia firmaran un acuerdo para enfrentar el aumento de la violencia.

Una semana después Boric aceptó la renuncia de la ministra de Justicia, Marcela Ríos, porque “hubo desprolijidades en la ejecución de mi decisión de conceder indultos”. Ríos enfrenta una acusación constitucional en el Congreso. También despidió a su jefe de gabinete, Matías Meza-Lopehandía.

Doce de los indultados estaban condenados por delitos durante el estallido social de 2019 a penas de entre tres y 15 años de cárcel por homicidio frustrado contra un policía, incendio, porte y/o lanzamiento de bombas incendiarias y robo. Uno de ellos, Luis Castillo, tenía cinco condenas y 26 causas judiciales. El último perdonado fue José Mateluna, un exguerrillero convicto por un robo a un banco. Ya había sido indultado en 2006, cuando cumplía cadena perpetua por robo a un supermercado donde murió un guardia.

La vocera de gobierno, Camila Vallejo, declaró la semana última que los indultos se ajustan a la ley pero que no se cumplió el requisito del mandatario de excluir a quienes “tuviesen antecedentes complejos previos al estallido”. También admitió que si Boric hubiera tenido todos los datos “la situación habría sido distinta”.

En tanto, la oposición abandonó el mismo día la mesa de negociaciones en repudio a los indultos y el lunes presentó un requerimiento ante el Tribunal Constitucional para que deje sin efecto, al menos, siete de los perdones. La acción se suma a un solicitud similar a la Contraloría.

La anterior crisis del oficialismo se produjo en septiembre cuando los chilenos rechazaron una nueva constitución. Boric admitió de inmediato la derrota y anunció la convoctaoria a un nuevo proceso constituyente.

Sin embargo, la crisis actual parece no aminorar e introdujo divisiones en el oficialismo sobre cómo enfrentar los comicios del 7 de mayo, cuando se elegirán a los 50 redactores de una nueva propuesta de carta magana.

El oficialismo está compuesto por dos bloques: el izquierdista Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático, de centroizquierda. El primero aboga por competir unidos en la elección de redactores, pero en el segundo la mayoría quiere ir en listas separadas.

El líder de centroizquierda Guido Girard afirmó el lunes que ir con Apruebo Dignidad sería competir en “la lista del indulto”. Juan Ignacio Latorre, del bloque izquierdista, calificó la declaración de ”ofensiva”.

Boric, cuya aprobación bajó dos puntos esta semana y se ubicó 27%, impulsa que sus coaliciones compitan unidas, pero hasta ahora no ha tenido éxito.

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