El obispo Georgios, elegido nueva cabeza de la iglesia ortodoxa de Chipre

Nicosia, 24 dic. El Obispo de Pafos, Georgios, ha sido elegido este sábado Arzobispo de la Iglesia de Chipre después de un proceso electoral que un su primera etapa se realizó con la participación de los fieles y en la segunda quedó en manos del Santo Sínodo (conferencia episcopal) de esta antigua institución.

El sínodo de los 16 jerarcas ortodoxos no se decantó por el obispo que se llevó el mayor apoyo popular en la primera vuelta, sino dio su apoyo con once votos a Georgios, quien a partir de hoy es el 95 jefe de la iglesia independiente de Chipre, fundada por San Pablo y San Bernabé.

En la primera fase del proceso electoral, celebrada el pasado 18 de diciembre, los ciudadanos podían elegir entre seis a sus tres obispos preferidos, quienes pasaron a la segunda fase.

Además de elegir al obispo de Pafos, los electores dieron el visto bueno al obispo de Limassol, Athanasios , y al de Tamasos y Orinis, Isaías.

El nuevo arzobispo de la iglesia ortodoxa de Chipre asume ahora el reto de introducir reformas y novedades abocadas a modernizar esta institución y recuperar a fieles desencantados.

Entre las novedades propuestas por Georgios figura la de reabrir una emisora de radio y/o televisión de la Iglesia para dar a conocer la labor de la institución y contribuir a la orientación religiosa y nacional de los fieles.

Georgios nació el 25 de mayo de 1949 en el pueblo de Athienou, en el distrito de Larnaca. Estudió en el Pancyprian Gymnasium de Nicosia, donde se graduó en 1967.

En la Universidad de Atenas estudió primero Química y luego Teología, y en 1985 fue ordenado sacerdote por el arzobispo Crisóstomo I de Chipre.

El primado de la Iglesia autocéfala de Chipre lleva el título de Arzobispo de Nuevo Justiniano y de todo Chipre.

Su independencia fue reconocida en el concilio de Éfeso, en el año 431 y reafirmada en Trullo, en 692 cuando se otorgó a la Iglesia la facultad de autogobernarse y elegir a su propio líder.

Al Arzobispo se le concedieron privilegios especiales como firmar con tinta roja al igual que los emperadores de Bizancio; llevar un cetro real en lugar del usual báculo pastoral y vestirse con una capa roja. Estas innovaciones marcaron el comienzo de una tradición única en cuanto a la responsabilidad de esta Iglesia en los asuntos políticos de la isla.

La importancia e influencia de la Iglesia quedó de manifiesto tras la independencia de la isla en 1960, cuando los chipriotas eligieron al Arzobispo Makarios III como presidente de la nueva República. EFE

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