Portugal, en la carrera por recortar distancias con sus vecinos europeos

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Mar Marín

Lisboa, 21 dic. A punto de concluir su primer año al frente de un Gobierno de mayoría absoluta, el socialista António Costa se asoma a 2023 con el desafío de pisar el acelerador en la carrera de Portugal por acortar distancias con sus vecinos europeos.

"Vamos a proseguir una trayectoria de crecimiento sostenible para que país pueda converger con los países más desarrollados de la Unión Europea, para que haya mayor distribución de la riqueza", prometía recientemente el líder socialista.

Lograrlo no será fácil. Portugal cierra 2022 con una inflación que roza el 10%, una sanidad colapsada, problemas en el sistema educativo y salarios en la cola de la UE.

Las mejoras en pensiones y salario mínimo -760 euros en enero- no son suficientes. Los portugueses pierden poder adquisitivo y se quedan en el 75% de la media europea, en la posición 16 entre los 19 países de la zona euro.

La crisis provocada por la invasión rusa en Ucrania profundiza la brecha de la desigualdad y Portugal está lejos de una "economía de bienestar", zanja la organización ambientalista Zero en su último informe.

MAYORÍA ABSOLUTA EN TIEMPOS DE GUERRA

"Una mayoría absoluta no es poder absoluto", afirmaba Costa el pasado marzo tras el adelanto electoral que le dio un victoria aplastante y marcó su divorcio con la izquierda.

Enterrada la "geringonça", la alianza del Partido Socialista con comunistas y Bloque de Izquierdas que llevó a Costa al poder en 2105, el líder del PS dibujaba un programa prometedor superado el zarpazo de la pandemia.

Pero la guerra truncó sus planes y Bruselas ha marcado el rumbo en los últimos meses.

"Todos están atentos a la escena internacional. Portugal es un pequeño país en el cuadro de la UE, su dependencia de las alteraciones internacionales es muy grande", explica a Efe el analista António Costa Pinto.

BAILE DE ALTOS CARGOS

Aunque volcado en la escena internacional, Costa ha sofocado "fuegos internos" llamativos con una mayoría absoluta: Ha tenido siete cambios en el Gobierno -dos ministros y cinco secretarios de Estado- y escándalos -alguno por corrupción- que le han obligado a dar explicaciones.

"Asistimos a divergencias, dimisiones súbitas, secretarios de Estado desautorizando a sus ministros...", resume Costa Pinto.

Movimientos que han sorprendido a los portugueses, han alimentado las críticas de la oposición y contribuyen a desgastar la popularidad del primer ministro, opina el sociólogo.

PORTUGAL, DONDE LA DERECHA PIDE MÁS GASTO A LA IZQUIERDA

Sin embargo, sostiene Costa Pinto, lo más "impopular" es la insistencia en lograr el equilibrio presupuestario sobre la política social en una coyuntura de inflación.

De hecho, en una reciente entrevista con Visao, el primer ministro presumía de que el Gobierno rebajará en 4 décimas su propia previsión de déficit para 2023, del 1,9 al 1,5% del PIB.

"Sacrifica medidas que podrían ser más generosas por el equilibrio presupuestario", insiste el analista.

"Asistimos a la ironía de que la oposición de derechas pide al Gobierno socialista que gaste más".

¿Y LAS REFORMAS PENDIENTES?

"No hubo grandes alteraciones", afirma Costa Pinto.

Aunque Gobierno y sindicatos negociaron en octubre mejoras en la función pública, las centrales reclaman subidas y reformas en los servicios públicos.

La dirección independiente creada para organizar el Sistema Nacional de Salud no ha resuelto el colapso y el año termina con protestas y renuncias de cuadros médicos.

También con movilizaciones despiden 2022 los profesores por falta de recursos humanos y materiales.

La actualización salarial es otra bandera sindical en un país donde el sueldo medio no llega a 1.500 euros, según el Instituto Nacional de Estadística.

Desde la oposición, critican el inmovilismo. "Estamos ante un Gobierno bloqueado, un Gobierno, cansado. Es la mayoría absoluta de la desesperación", denunciaba la dirigente de Iniciativa Liberal (derecha), Mariana Leitao, en una columna en Expresso.

Pese a las críticas, los socialistas juegan con la ventaja de su mayoría absoluta y el Partido Social Demócrata (PSD), líder de la oposición, "enfrenta la amenaza de un partido populista de derecha radical". "No hay una alternativa importante desde el punto de vista de la oposición", concluye Costa Pinto.

Mientras, el presidente de Portugal, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, lanza un aviso para 2023: Será el "primer gran test" del que "dependerá el resto de la legislatura". EFE

mar/rml

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