Kinshasa, 20 dic. Alemania acusó este martes a Ruanda de cooperar con el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), que libra intensas batallas en el este de la República Democrática del Congo (RDC) contra el Ejército congoleño, pocas horas después que Francia también señalase a Kigali.
"Esperamos que Ruanda cese inmediatamente todos sus apoyos al M23 y contribuya a una rápida resolución de la crisis en (la provincia congoleña nororiental de) Kivu del Norte", señaló la embajada de Alemania en la RDC en su cuenta de la red social de Twitter.
Por su parte, el director para África subsahariana y el Sahel del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán, Christoph Retzlaff, describió como "desastrosa" la "situación" en el territorio de Rutshuru (noreste), donde se producen muchos de los combates del M23 contra las posiciones del Ejército de la RDC.
"Francia condena el apoyo brindado por Ruanda al grupo armado del M23", indicó hoy la viceministra francesa para Europa y Asuntos Exteriores, Chrysoula Zacharopoulou, en declaraciones a los periodistas en Kinshasa, donde se encuentra de visita.
Alemania y Francia respondieron así a las protestas del Gobierno congoleño, que acusa a Ruanda de colaborar con el M23.
Desde el pasado marzo, cuando los insurgentes reanudaron sus hostilidades después de años de pausa, el M23 ha obtenido el control de numerosas zonas en el este de la RDC y sus combates han obligado a más de 450.000 civiles a huir de sus hogares, según los últimos datos de la ONU.
Si bien un informe de expertos de la ONU filtrado en agosto pasado confirmó la cooperación de Ruanda con el M23, Kigali siempre ha negado ese extremo.
Por su parte, Kigali, así como el M23, acusan al Ejército congoleño de aliarse con los rebeldes de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundadas en 2000 por cabecillas del genocidio de 1994 y otros ruandeses exiliados en la RDC para recuperar el poder político en su país de origen.
La ONU también pudo confirmar esa colaboración.
El M23 se creó en 2012, cuando soldados congoleños se sublevaron por la pérdida de poder de su líder, Bosco Ntaganda, procesado por la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de guerra, y debido a supuestos incumplimientos del acuerdo de paz del 23 de marzo de 2009, que da nombre al movimiento.
El grupo exigía renegociar ese acuerdo firmado por la guerrilla congoleña Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) para su integración en el Ejército, a fin de mejorar sus condiciones.
El CNDP, formado principalmente por tutsis (grupo que sufrió en gran medida el genocidio ruandés de 1994), se constituyó en 2006 para -entre otros objetivos- combatir a los hutus de las FDLR.
El este de la RDC lleva más de dos décadas sumido en un conflicto avivado por milicias rebeldes y el Ejército, pese a la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco). EFE
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