Por Fernando Kallas
DOHA, 16 dic (Reuters) - Lionel Messi acaparará merecidamente la atención cuando Argentina se enfrente a Francia en la final de la Copa Mundial del domingo, pero podría haberse perdido el potencial pináculo de su gloriosa carrera de no ser por su entrenador Lionel Scaloni.
Scaloni ha escrito una de las historias más fascinantes del fútbol sudamericano en los últimos años, después de que asumió la banca albiceleste como un técnico desconocido que llegaba a un equipo en desorden, pero al borde de la grandeza.
Cuando la Federación Argentina de Fútbol (AFA) nombró al entonces técnico de la selección sub-17 como entrenador interino de su selección nacional en agosto de 2018, el equipo estaba en una situación desesperada y luchaba por hallar un nombre destacado que quisiera asumir el cargo después de otra debacle en la Copa del Mundo.
Estaban desconsolados después de que fueron eliminados por Francia en los octavos de final del Mundial de Rusia con una derrota 4-3 y Messi, su talismán, anunció su retiro de la selección.
Scaloni, exjugador, tenía 40 años y no tenía experiencia previa como entrenador en jefe.
Tras retirarse del fútbol profesional en 2015, se unió al cuerpo técnico de Jorge Sampaoli como asistente en el Sevilla en 2016. Lo siguió cuando Sampaoli se mudó a Argentina y estuvo en el cuerpo técnico en Rusia 2018.
Cuando jugadores como Diego Simeone, Marcelo Gallardo y Mauricio Pochettino rechazaron ofertas para asumir el cargo después de la debacle en el Mundial con Sampaoli, la AFA decidió promover al enérgico Scaloni como interino hasta que pudieran encontrar un entrenador permanente.
No fue un movimiento popular y muchos astros argentinos, incluido el difunto Diego Maradona, criticaron la decisión.
"No puede dirigir ni el tráfico. ¡Cómo le vamos a dar la selección argentina a Scaloni! ¿Estamos todos locos? ", dijo Maradona en 2018.
PROYECTO DE RENOVACIÓN
Sin embargo, Scaloni quedó y trajo como asistentes a sus excompañeros de equipo Pablo Aimar, Walter Samuel y Roberto Ayala.
Comenzaron un proyecto de renovación e inyectó un soplo de aire fresco muy necesario en el vestuario después las derrotas en las finales de la Copa del Mundo de 2014 y las Copa América 2014 y 2016.
Jugó un papel importante en convencer a Messi de que reconsiderara su retiro de la selección, que terminó después de una pausa de ocho meses.
Desde entonces han creado un vínculo que ha permitido que un Messi rejuvenecido disfrute de sus mejores años con la albiceleste.
Después de perder la semifinal de la Copa América de 2019 ante Brasil, se embarcaron en una increíble racha de 36 partidos sin derrotas, incluida una catártica victoria por 1-0 contra la verdeamarela en la final de la Copa América 2021, para ganar su primer título importante en 28 años.
El logro quitó la presión de los hombros de Messi y creó otro vínculo entre el ídolo del equipo y su afición.
Podría decirse que fue eso lo que les dio la base para reagruparse después de su sorpresiva derrota ante Arabia Saudita en su primer partido de la Copa del Mundo. Han estado impecables desde entonces.
"Intento no emocionarme. Creo que estoy en el lugar soñado para cualquier argentino, todos actuarían de la manera que actúo yo", dijo Scaloni a periodistas después de que Argentina superó a Croacia 3-0 en la semifinal de la Copa Mundial.
Sin embargo, ha sido algo más que la emoción lo que ha llevado a Argentina a la final. Scaloni hizo cambios clave después de la derrota ante Arabia Saudita y tuvo el coraje de incorporar a los jóvenes Enzo Fernández y Julián Álvarez, que han estado brillando desde entonces.
También ha realizado cambios cruciales en su sistema, usando tres defensas contra Países Bajos y tres mediocampistas de contención para neutralizar al gran croata Luka Modric.
Gracias a la perspicacia de Scaloni, Argentina está al borde de la gloria, y aunque Messi concentrará la atención, su entrenador merece su parte de los aplausos. (Por Fernando Kallas; Editado en español por Juana Casas)