Tenacidad y penales, claves de Croacia en el Mundial

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El croata Bruno Petkovic festeja
El croata Bruno Petkovic festeja su gol que empató el partido contra Brasil en cuartos de final del Mundial en el estadio Education City en Al Rayyan, Qatar, 9 de diciembre de 2022. Croacia se impuso por penales. (AP Foto/Manu Fernandez)

DOHA, Qatar (AP) — Croacia tiene una población de apenas 4 millones de personas, factor que agranda la magnitud de la victoria sobre Brasil en los cuartos de final del Mundial de Qatar.

Así lo comprendió el técnico croata Zlatko Dalić: llegar a las semifinales en dos mundiales consecutivos es “inimaginable”, dijo.

El finalista de 2018 sigue avanzando en Qatar, dejando en el camino a Neymar y compañía, por 4-2 en penales, después de un empate 1-1 el viernes.

“Eliminar a uno de los grandes favoritos del torneo, probablemente el mejor equipo... solo Croacia podía lograrlo”, se ufanó Dalić.

De acuerdo, no causó el mismo estupor que la derrota de Argentina frente a Arabia Saudí. Pero la victoria de Croacia sobre la pentacampeona puede incluirse entre los resultados sorpresivos en un torneo que se niega a atenerse al libreto.

Y mirando las caras consternadas de los torcedores brasileños y el desconsuelo de los jugadores, es evidente que no pensaban regresar a casa en una etapa tan temprana.

Tal vez deberían haber echado una mirada más profunda a la trayectoria de Croacia en los Mundiales, y el espíritu de un equipo que aparentemente desconoce la frase "darse por vencido". Acaso nadie pensaba que Croacia pudiera derrotar a Brasil, pero llegó a la final en Rusia hace cuatro años y fue semifinalista en su primer Mundial como país independiente en 1998. En ambas ocasiones cayó ante Francia.

Mientras tanto, Brasil superó los cuartos de final una sola vez desde que alzó la copa en 2002.

Entonces, ¿cómo hace el 128vo país del mundo en cuanto a población para superar a otros mucho más grandes en el escenario más grande de todos?

Tal vez habría que situarlo en el marco de la lucha de Croacia por su independencia tras la desintegración de Yugoslavia en los 90, cuando miles de croatas murieron en el conflicto.

Los jugadores y Dalić aluden frecuentemente al espíritu de lucha de la nación.

“Así es como nos educaron”, dijo el arquero Dominik Livakovic. “Siempre vamos hasta el fin, dejamos todo en la cancha y seguimos luchando. Esa es la razón de nuestro éxito".

El imperioso mediocampista y capitán Luka Modric dejó preparado el terreno antes del silbatazo inicial contra Brasil.

“Creemos en nosotros. Somos capaces de todo”, dijo el astro del Real Madrid, de 37 años, y añadió que Croacia es, “simplemente, una nación talentosa”.

Ese es un aspecto crucial: la calidad de los jugadores croatas.

Modric ha ganado cinco veces la Liga de Campeones con el Madrid, y ha recibido el mayor galardón individual del fútbol mundial, el Balón de Oro al mejor jugador del mundo.

Lo obtuvo en 2018 contra Lionel Messi, Cristiano Ronaldo y en particular Kylian Mbappé, el astro del campeón mundial Francia.

Modric, el finalista derrotado, fue declarado el mejor jugador del torneo.

Espíritu de lucha, tenacidad y calidad: a esto Croacia suma su pericia en los penales. Dos veces en Rusia y dos veces ahora en Qatar, Croacia ha avanzado gracias a los disparos desde los 11 metros.

“Cuando llegamos a los penales, es cuando nos convertimos en favoritos. Intuyo que el oponente siente que ya han perdido”, dijo Dalić.

Con cuatro empates en cinco partidos, Croacia tal vez no es el equipo más atractivo de este Mundial.

Pero en cuanto a los nervios de acero y la tenacidad, no es fácil superarlo.

Tal vez Argentina, su oponente en semifinales, haría bien en tenerlo en cuenta.

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