LIMA (AP) — El presidente peruano Pedro Castillo negó el martes ser “corrupto” en dos actividades públicas, un día antes del tercer intento que busca destituirlo impulsado desde el Parlamento y en medio de una sequía que afecta a los Andes y de una quinta ola de infecciones por COVID-19.
Castillo, a quien la fiscalía investiga de forma preliminar en varios casos por corrupción, dijo en una escuela policial capitalina que "cierto sector" pretende "dinamitar la democracia" para "sacar provecho y tomar el poder que en las urnas el pueblo les quitó cansados de estar postergados y ver que unos cuantos querían seguir repartiéndose el Perú".
Más tarde, el presidente se reunió con alcaldes y gobernadores electos que ejercerán desde enero por cuatro años y en su alocución insistión en que la oposición en el Parlamento unicameral no tiene una agenda por el país, sino únicamente “vacancia, acusaciones, cuestiones, firmas” en su contra.
Arremetió contra los opositores por ir en busca de una prueba directa contra él. “Quieren encontrar un mensaje donde diga ‘usted va a ser ministro, pero a cambio de algo’, como siempre se hacía”. Pero él, aseguró, había llegado para acabar con “toda esa podredumbre política". Pese a sus comentarios, afirmó que seguía tendiendo la mano al Parlamento, por ser un gobierno democrático.
En manos de los opositores está el futuro presidencial. El miércoles, tras un debate que se augura largo desde las tres de la tarde horal local, el Parlamento votará por una posible destitución del presidente. A un día de la sesión, es aún incierto si la oposición juntará los 87 votos necesarios de los 130 legisladores que integran el Parlamento unicameral peruano.
Desde el inicio de su gestión hace 16 meses Castillo ha mantenido fricciones con la oposición legislativa, que ha fracasado dos veces por falta de votos en remover al presidente por "permanente incapacidad moral", una causal sin "definición objetiva", según los expertos. En el siglo XIX significaba "locura", pero ahora muchos la relacionan con la corrupción.
Castillo tiene varias investigaciones preliminares fiscales, la mayoría por presunta corrupción. La hipótesis fiscal afirma que Castillo lidera una organización criminal y habría cometido corrupción.
En Perú un presidente no puede ser juzgado durante su gobierno, sólo puede darse en caso de traición a la patria, disolución del Parlamento por casos diferentes a los permitidos, no convocar elecciones o impedir el funcionamiento de organismos electorales o del Congreso.
El parlamento es muy impopular entre los peruanos, mucho más que el mandatario, según todas las encuestas. El 86% desaprueba su gestión, mientras 10% lo aprueba. Castillo suma 61% de impopularidad y 31% de popularidad, según una encuesta de noviembre del Instituto de Estudios Peruanos.
En medio de la lucha por el poder en la capital, la sequía más potente en medio siglo golpea los Andes y miles de aldeas rurales sufren por falta de lluvias que no permiten el inicio de la siembra de papas. Los pastos naturales han comenzado a agotarse provocando muerte de ovejas y camélidos.
El gobierno también afirma que desde hace una semana el país sufre una quinta ola de infecciones por el nuevo coronavirus. Desde el inicio de la pandemia en 2020 han muerto más de 217.000 personas y 4,3 millones se han contagiado, según datos oficiales.