KIEV (AP) — Las autoridades ucranianas reportaron una nueva ola de ataques rusos el lunes en todo el país, lo que ya era anticipado dado los intentos de Rusia por malograr los recursos y la infraestructura de Ucrania al comenzar el invierno.
Por su parte, el presidente ruso Vladimir Putin trató de levantar la moral de la población rusa el lunes al conducir un vehículo sobre un puente hacia Crimea que un camión bomba dañó en octubre. Crimea es una península de Ucrania que Moscú se anexó en 2014
El recorrido de Putin sobre el estrecho de Kerch fue una señal importante de que Rusia pudo reparar el tramo rápidamente después del camión bomba del 8 de octubre que cortó un enlace clave entre Crimea y Rusia continental. El presidente también habló con los trabajadores y discutió las reparaciones con un funcionario del gobierno responsable del proyecto.
Moscú culpó a la inteligencia militar ucraniana por el atentado al puente y respondió con oleadas de ataques contra las instalaciones energéticas de Ucrania y diversa infraestructura clave, que continuaron el lunes.
Al respecto, la prensa ucraniana reportó ataques en varias partes del país, incluyendo las ciudades de Odesa, Cherkasy y Kryvyi Rih. En Odesa, la empresa local de agua dijo que ataques de misiles dejaron sin electricidad a las estaciones de bombeo, dejando a toda la ciudad sin agua.
“¡El enemigo nuevamente está atacando con misiles al territorio ucraniano!”, escribió en Telegram el subsecretario de la presidencia ucraniana, Kyrylo Tymoshenko.
Sonaron las sirenas antiaéreas en todo el país y las autoridades llamaron a la ciudadanía a refugiarse.
Yuriy Ihnat, vocero de la Fuerza Aérea de Ucrania, dijo que Rusia lanzó misiles terrestres desde el sur, desde barcos en los Mares Caspio y Negro, y desde bombarderos en el aire.
Ihnat advirtió que Rusia podría lanzar ataques en varias ondas, a fin de dificultarle a las defensas antiaéreas ucranianas el derribo de misiles.
Horas antes, la prensa rusa reportó varias explosiones en dos bases aéreas rusas, incluyendo una donde hay bombarderos de capacidad nuclear que han participado en ataques contra Ucrania.
Ni las autoridades rusas ni las ucranianas hicieron comentarios en un principio sobre la posible causa de las detonaciones.
Tres militares murieron, seis resultaron heridos y un avión sufrió daños cuando un camión de combustible explotó en una base aérea en Ryazan, en el oeste de Rusia, indicó la agencia de noticias estatal rusa RIA Novosti. En la base hay aviones de combustible de larga distancia que permiten repostar a bombarderos en el aire.
Por otro lado, las autoridades en la región de Saratov, junto al Río Volga, dijeron que investigaban los reportes sobre una explosión en la zona de la base aérea Engels, donde hay bombarderos estratégicos Tu-95 y Tu-160 que han participado en ataques contra Ucrania. Esos bombarderos pueden llevar armas nucleares.
El gobernador regional de Saratov, Roman Busargin, dijo que no había daños a instalaciones civiles y añadió que las autoridades comprobaban si se había producido algún incidente en instalaciones militares.
Medios regionales informaron de una fuerte explosión cerca de la base de Engels y citaron a algunos residentes que dijeron haber visto un destello de luz procedente de la zona.
Cuando se le preguntó si el presidente Putin había sido informado sobre la explosión en la base de Engels, el vocero del Kremlin Dmitry Peskov dijo simplemente que el mandatario recibía información regular sobre los acontecimientos.
El lunes, la oficina del presidente de Volodymyr Zelenskyy dijo que tres cohetes habían alcanzado su localidad natal, Kryvyi Rih, en el surcentro del país, donde mataron a un trabajador fabril e hirieron a otros tres. En la región nororiental de Járkiv, una persona murió en ataques de misiles S-300 sobre infraestructura civil en la localidad de Kupyansk.
La guerra que comenzó el 24 de febrero ha desplazado a millones de personas de sus hogares, matado y herido a un número desconocido de civiles y remecido la economía global, en especial por su efecto sobre los precios y disponibilidad de alimentos, fertilizantes y combustible, exportaciones cruciales de Ucrania y Rusia.
Varios países occidentales comenzaron a imponer el lunes un límite de precio de 60 dólares el barril al crudo ruso y vetaron algunas variedades, dentro de las nuevas medidas para aumentar la presión sobre Moscú por la guerra.
La decisión ha sido rechazada por el Kremlin y criticada por Zelenskyy, cuyo gobierno quería reducir el precio a la mitad.
El viceprimer ministro de Rusia, Alexander Novak, responsable de asuntos de energía, advirtió en comentarios televisados el domingo que Rusia no venderá su petróleo a los países que intenten emplear el tope de precio.
“Sólo venderemos petróleo y productos de petróleo a los países que trabajen con nosotros en condiciones de mercado, incluso si tenemos que reducir la producción en cierta medida”, dijo Novak.
La Unión Europea, de 27 países, también impuso un embargo al crudo ruso enviado por mar.
Rusia, el segundo productor de crudo más grande del mundo, depende de la venta de gas y petróleo para mantener su economía, ya ahogada por amplias sanciones internacionales debido a la guerra.
En las últimas semanas, Rusia ha atacado la infraestructura ucraniana, lo que incluye centrales eléctricas, y mantiene una ofensiva en el este, en especial en la ciudad de Bakhmut y sus alrededores.
Las fuerzas rusas también se han afianzado cerca de la ciudad sureña de Jersón, retomada por fuerzas ucranianas el mes pasado tras ocho meses de ocupación.
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Eduardo Castillo colaboró con este despacho desde Kiev.