LIMA (AP) — El presidente peruano Pedro Castillo negó el sábado que su gobierno “esté tramando un cierre del Congreso” para evitar su vacancia que se debatirá el miércoles en el Parlamento, en el tercer intento de un grupo de legisladores opositores para destituirlo tras casi un año y medio de gestión.
Castillo escribió en su cuenta de Twitter que Perú pasa por un momento difícil, con una crisis sanitaria por el inicio reciente de una quinta ola de infecciones de COVID-19 y también ratificó su compromiso con la democracia, el estado de derecho y la constitución peruana.
El presidente llamó al Congreso y a otras instituciones estatales “a las más amplia unidad” para trabajar unidos y resolver los grandes problemas para los cuales fueron elegidos por cinco años. El mensaje de Castillo sucede a la renuncia del ministro de Defensa, Daniel Barragán, quien dimitió horas antes por “motivos estrictamente personales”.
The Associated Press intentó comunicarse con el Ministerio de Defensa para conocer los motivos de la renuncia de Barragán sin obtener comentarios al momento.
El jueves, el parlamento admitió un tercer pedido para debatir la remoción del presidente. Es el tercer intento legislativo de la oposición que busca removerlo “por incapacidad moral permanente” desde el inicio de su gobierno.
El presidente del Congreso, el conservador José Williams, programó para el próximo miércoles el debate en el cual Castillo podrá asistir al parlamento para defenderse o enviar a un abogado.
Es incierto si la oposición legislativa sumará los 87 votos necesarios para destituir al mandatario. Desde el inicio de su gestión, hace 16 meses, los legisladores no han podido juntar esa cantidad de votos.
El parlamento es la institución con menos popularidad en Perú. El 86% desaprueba su gestión, mientras apenas 10% lo aprueba. El mandatario Pedro Castillo suma 61% de impopularidad y 31% lo aprueba, según una encuesta de noviembre del Instituto de Estudios Peruanos.
La semana pasada una misión de alto nivel de la Organización de Estados Americanos, que visitó Lima, recomendó desde Washington una tregua política que permita asegurar la gobernabilidad y mantener la democracia en Perú.
El nuevo intento para destituirlo por incapacidad moral indica que es “inaceptable que un presidente ejerza el cargo en medio fuertes indicios de corrupción, grave indignidad, o cuestionamientos morales y éticos”.
La incapacidad moral permanente es una cláusula incorporada hace más de 180 años en las leyes constitucionales peruanas y “no tiene una definición objetiva”, según los expertos. En el siglo XIX significaba “locura”, pero ahora muchos la relacionan con la corrupción.
Es la séptima vez que el Congreso, desde 2017, ha usado la causal de “incapacidad moral permanente” para intentar remover presidentes, contribuyendo a una crisis política que no ha culminado.
Castillo es investigado de forma preliminar por la fiscalía por presunta corrupción. La fiscalía argumenta que el mandatario aprovecha su posición de poder para beneficiarse económicamente junto a un grupo de familiares, funcionarios y amigos. El presidente rechaza todas las acusaciones.
En Perú, un presidente no puede ser juzgado durante su gobierno porque según la constitución eso sólo puede darse en caso de traición a la patria, disolución del parlamento por casos diferentes a los permitidos, no convocar elecciones o impedir el funcionamiento del Congreso o de los organismos electorales.
Desde 2016 Perú ha tenido cinco mandatarios y tres parlamentos, cuando lo normal hubiese sido dos presidentes y dos Congresos. En noviembre de 2020, el país tuvo tres mandatarios durante poco más de una semana entre confrontaciones que dejaron dos muertos y más de 200 heridos.
Castillo inició su gobierno el 28 de julio de 2021.